La organización islamista tolerada aunque ilegal en Egipto es hoy la principal fuerza de oposición en el país. Su portavoz asegura que no buscan la presidencia, pero los especialistas creen que el objetivo es controlar la Asamblea.
Desde el inicio de la crisis egipcia, se nombró a los Hermanos Musulmanes como el gran peligro islamista en caso de que saliera del poder Hosni Mubarak. Sin embargo, esta organización, reprimida desde hace 50 años en Egipto, se ha cuidado de figurar en un primer plano de las manifestaciones.
Los Hermanos Musulmanes esperaron hasta el cuarto día de las protestas para apoyarla, aunque ahora intentan asociarse a la revuelta.
“El movimiento declaró claramente en enero de 2007, luego de la elección de su jefe supremo, que no deseaban estar a la cabeza del Estado egipcio. Eso aislaría a Egipto en la escena internacional y democrática”, explicó a RFI Salma Belaala, experta en movimientos musulmanes...
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