El actor ha viajado para supervisar, in situ, las obras de renovación que se están llevando a cabo en la masión que poseen en el país galo. Los actores adquirieron en 2009 el Chateau Miraval, una mansión valorada en 35 millones de dólares que se encuentra situada en la Provence. La pareja está realizando grandes obras en la casa, que contará con todo lujo de detalles: gimnasio, jacuzzi, sauna, zonas habilitadas para jugar al billar y una gran suite para organizar banquetes. Según afirma la web Showbizspy, Brad y Angelina quieren dar a la mansión un toque más contemporáneo añadiendo un gigantesco spa, una bodega privada y una zona para que Brad guarde sus motos. La pareja está planeando también instalar un servicio exclusivo de seguridad colocando cámaras secretas, alarmas y sensores infrarrojos para que la familia entera pueda disfrutar de total privacidad. El alcalde de Correns, la ciudad más cercana a su nuevo hogar, ha sido el encargado de dar el visto bueno a los planes de Brad y Angelina, y ha hecho público su entusiasmo tras conocer que la familia pasará, a partir de ahora, largas estancias allí. "Son una pareja maravillosa con unos hijos magníficos. Realizaremos una recepción en el pueblo en su honor".
Fuente: starflash.com