Javier Bardem y Alejandro González Iñárritu suelen protestar una y otra vez que no hacen política en Hollywood y que lo único que les importa es hacer cine. Pero para qué la necesitan hacer ellos si cada vez que Julia Roberts abre la boca estos días es para aplaudir la cinta Biutiful. La actriz se enamoró a tal grado de la actuación y de la cinta que parece no poder dejar de hablar de ella y si resulta que la escuchen algunos miembros de la Academia, pues mejor.
Por su parte, Sean Penn también se ha dedicado a decir halagos de la producción al mundo entero, pero los mejores parece que son altisonantes, amorosos, clasificación X. Por lo visto el actor dejó una letanía de groserías y felicitaciones en la grabadora de la casa de Iñárritu, quien prometió guardarla pero no pudo evitar contarnos al respecto.
Fuente: Milenio