Camila disfruta uno de los mejores momentos de su carrera

En el último año la imagen de Camila se ha vuelto constante en Guadalajara. Han venido a presentar conciertos, se han presentado en Palenque de las Fiestas de Octubre e incluso se aprestan a venir como parte de festivales de radio (claro, en el papel de cerradores). En cada uno de sus recitales la estampa es la misma: recintos abarrotados y fanáticos coreando cada uno de sus temas, gargantas que se desgarran en emociones que permanecían ahogadas y vendedores que hacen su agosto ofertando todo tipo de mercancía referente al grupo. Y la noche del jueves la imagen no cambió: un Auditorio Telmex lleno desde las butacas más altas hasta los palcos pasando por los lugares VIP que se hizo uno solo con las canciones del grupo encabezado por Mario Domm. Cada tema, cada estrofa, cada coro y cada gesto le fue celebrado a la banda que hoy por hoy puede presumir que vive su momento de gloria, dominan en la radio, en el escenario y en el horizonte no hay nadie que les haga sombra. Corazones al descubierto Las luces en el Auditorio Telmex se apagaron a las 21:15 horas. El ambiente ya era de fiesta desde casi una hora antes, con miles de fanáticos que esperaban con ansias el arranque del show. Para calmar la espera, los vendedores dentro del recinto ofrecían diversas mercancías a los seguidores, en especial para “ellas”: camisas en diversos colores, sombreros coquetos, gorras, mochilas, tazas, llaveros, fajos, bolsas, almohadas y mascadas. Entonces apareció en escena el grupo, con Domm en el teclado, Pablo en la guitarra y Samo en el micrófono como vocalista titular. El griterío del público se dejó sentir antes que los miembros de la banda atinaran a saludar, y para entonces quedaba claro que Camila se había echado al público a la bolsa aun antes de haber tocado siquiera una nota. Mientes y Todo cambió sirvieron de apertura y para calentar la voz. Fue entonces cuando Mario Domm saludó a la audiencia: “Buenas noches, nosotros somos Camila y tenemos tres preguntas: ¿Creen en el amor? ¿Creen el la fe? ¿Creen en la buena voluntad?”. Cada una de las interrogantes que lanzó el músico y compositor fue contestada desde las butacas con un ensordecedor “sí”, y entonces Mario prosiguió: “Entonces estamos en el lugar correcto”. Comunión sonora Con un escenario sencillo, compuesto por dos grandes pantallas de leds que desplegaban una animación distinta en cada tema y un grupo de músicos que siempre permaneció en segundo plano, la banda comenzó a armar su show, como bien lo definió Samo, de atrás hacia adelante, y es que privilegiaron en buena medida temas de sus primeras producciones, aunque supieron bien cuándo intercalarlos con éxitos más recientes. Coleccionista de canciones, Bésame, Me da igual y Aléjate de mí fueron ejemplo de que lo “nuevo” y lo “clásico” ya conviven en el repertorio del trío. “Buenas noches Guadalajara —saludó Samo— es un honor estar frente al mejor público del país. Nos emociona verlos, cuando estábamos detrás del escenario nos estaban temblando las piernas (risas)”. Samo fue en cierta forma el “maestro de ceremonias” de la noche, presentando algunas canciones, invitando al público a mover las manos, a gritar y a levantarse de los asientos cuando fue prudente. El concierto se prestó para que algunos cerraran heridas en el corazón, para que algunos le echaran “más sal” al dolor o incluso para celebrar lo duradero que ha sido su pasión. Pero también fue un recordatorio de casi dos horas de que Camila es ahora la banda que manda en el pop romántico, y es que nadie les puede refutar la idea de que viven su “momento de gloria”. Lo que se vio: Miles de pantallas de celular encendidas al inicio del concierto. Fue uno de los eventos mejor documentados por parte del público.A varios integrantes del público gritar “Samo te amo”, incluso hombres. Y es que el carisma que carga el compositor y vocalista del grupo es notable”. A los 11 mil asistentes gritar cada uno de los temas de Camila. Destacaron por su pasión las mujeres, aunque hubo muchos caballeros que disfrutaron el show.

Fuente: Informador.com