Taylor padece del corazón desde hace años y fue operada en 2009 de una fuga en una válvula cardíaca, una intervención que en palabras de la actriz salió "perfectamente bien".
La ganadora de dos Óscar por "Who's Afraid of Virginia Woolf?" (1966) y "Butterfield 8" (1960) seguirá bajo observación médica hasta que se "arregle lo que necesita ser arreglado", comentó su representante, quien afirmó que el estado de salud de su cliente mejoró sensiblemente el sábado.
Además de sufrir de diversas neumonías durante su vida, Taylor ha superado en los últimos años problemas de espalda, diversas operaciones de cadera e, incluso, un tumor benigno en el cerebro que le fue extirpado en 1997.
Una lista a la que hay que añadir un pasado de abusos de alcohol y drogas.
Fuente: yahoo.es