Mientras Pete Wentz se la pasa llorando por su divorcio, Ashlee debe andar alistando sus maletas y las de su pequeño hijo Bronx, para mudarse donde su hermana Jessica Simpson. “Dejar a Pete fue difícil para Ashlee y ella necesitaba estar con su familia”, dijo una fuente a In Touch en exclusiva. “Jessica le dijo que ella y Bronx eran bienvenidos y que podía permanecer con ellos hasta que se encuentre lista para buscar un lugar propio”.
En esos difíciles momentos, siempre se puede contar con la familia y afortunadamente Ashlee ha tenido todo el apoyo por parte de la suya: “Ha habido un montón de cenas familiares y mucha oración”, revela la fuente. “Ashlee no podría haber pedido un mejor apoyo”, finalizó.
Fuente: globopop.com