Rihanna impacta en los Brit Awards

Esta semana la cosa va de alfombras rojas. Si ya hemos visto desfilar a las más elegantes celebrities desplegando todo su glamour en los Goya, los Grammy y los premios de la revista Elle, ahora le ha tocado el turno a los BRIT Awards. Aquí, más que los habituales estilismos sencillamente correctos, hemos podido ver diseños de lo más variopinto y cargados de una estética puramente original y atrevida.

El más vivo ejemplo es el de Rihanna. La exótica cantante se mostró de lo más camaleónica durante la gala de los BRIT Awards 2011 celebrada en la capital londinense, durante la que lució cuatro estilismos diferentes, pero eso sí, a cual más arriesgado.

Para subirse al escenario y deleitar a su público con una de sus espectaculares actuaciones, Rihanna se enfundó en un apretado y picante maillot negro que se ajustaba hasta al último rincón de la figura de la cantante de Barbados. Por si fuera poco lo atrevido y la escasa tela de esta prenda, la artista también lució un pronunciadísimo escote en v, transparencias y encaje. Todo un regalo para sus seguidores.

Después y todavía encima de las tablas, la autora de Umbrella dio paso a otro arriesgado look. Un minivestido de raso, en rojo pasión, que dejaba sus largas piernas al descubierto, con detalles de rosas y tul en el cuello y una capa superpuesta que caía por detrás. Rihanna volvió a cambiarse de ropa para subirse al escenario a recoger su premio a Mejor Artista Internacional. Esta vez, la pelirroja optó por un vestido blanco, largo hasta los pies de escote corazón y con estampado de rosas rojas.

Finalmente, la de Barbados deleitó a todos los allí presentes durante su paso por la alfombra roja, donde se atrevió con un corpiño palabra de honor con un estampado en tonos morados y lilas, y una falda compuesta por muchas capas superpuestas, de color azul turquesa, abullonada y por encima de los tobillos, de la que salía una cola de tul. El toque final lo puso con un lazo verde pistacho que se amarró a la cintura. Imposible pasar desapercibida.

MÁS EMBAJADORAS DE LA MODA EN LOS BRIT AWARDS

Avril Lavigne, Alesha Dixon y Cheryl Cole dieron una auténtica lección de saber estar, elegancia y glamour. La primera apareció con un top con escote en pico, pedrería negra por delante y transparente por la parte de atrás. De una cinta elástica que se ajustaba a la cintura, salía una falda también en negro, hecha de infinitas tiras de tela en diferentes niveles. Un look ideal para la ocasión, aunque no casaba muy bien con el pelo que luce actualmente la cantante, melena rubia con mechones coloreados de rosa fucsia y verde fosforito.

Por su parte, Alesha primero entró en la alfombra roja con una chaqueta de cuero negra, corta y anudada a la cintura que después se quitó para deleitar a todo el mundo con su envidiable figura que se apreciaba perfectamente gracias al minivestido de paillettes dorados, cortísimo, de tirantes y transparencias en los laterales a la altura de la cintura. Todo esto Dixon lo combinó con una pulsera y un clutch también en dorado.

Por último, Cheryl Cole volvió a hacerse un hueco entre las más elegantes de la noche. Ataviada con un diseño largo hasta los pies, de escote recto, transparencias en las mangas y lentejuelas, la cantante eligió el negro para no defraudar. La sorpresa llegó cuando se dio la vuelta y enseñó toda la espalda al descubierto. Eso, sin olvidarnos de la interminable abertura lateral del vestido, que le daba su habitual toque sexy.

Fuente: Europapress