Kelly Osbourne tiene desde hace años problemas con sus pies. Por eso iba a someterse a una intervención quirúrgica por sus juanetes y pies planos. Sin embargo, en el último momento, Kelly decidió echarse atrás después de ver lo que iban a hacerle: "Iban a romperme cuatro huesos del pie y algunos ligamentos". Y desde entonces, la estrella no quiere oír hablar de quirófanos: "La pospondré hasta que me convierta en una lisiada".
Fuente: Mundo.es