Alejandro González Iñárritu, director de Biutiful, cinta en la que ha estado trabajando durante cuatro años, dijo ayer que vive “la última estación” del filme y espera al lunes “para dejarla atrás e ir por la siguiente” película. El filme que cuenta la historia de Uxbal (Bardem), un hombre con una enfermedad terminal, padre de dos niños pequeños con una ex esposa mentalmente inestable, que lidia con trabajadores indocumentados en las más oscuras calles de Barcelona, es candidato a Mejor película extranjera en la 83a. edición de los premios Oscar, que se celebran mañana en el Teatro Kodak de la ciudad de Los Ángeles. “La verdad es que ha habido una camaradería muy fuerte, un gran apoyo y entusiasmo”, dijo Iñárritu a los medios. “La película ha emocionado a muchos niveles, a mucha gente, y se agradece que alguien como Werner Herzog, Michael Mann o Sean Penn hayan expresado tan explícitamente su admiración por el filme y el trabajo de Javier Bardem”, comentó en alusión a su actor protagonista. “Es algo que me llena de orgullo, no sólo por la amistad, sino porque viene de colegas que admiro mucho”, explicó. El mexicano acudió a un acto de la Academia de Hollywood con el resto de directores nominados en esa categoría, organizado en plena alfombra roja del Teatro Kodak.Iñárritu, antes de charlar con la prensa, posó primero para los fotógrafos junto a los cineastas Rachid Bouchareb (Hors la Loi, de Argelia), Susanne Bier (In a better world, de Dinamarca), Denis Villeneuve (Incendies, de Canadá) y Giorgos Lanthimos (Canino, de Grecia). Precisamente In a better world se impuso a Biutiful en los Globos de Oro dentro de esa categoría. Con ideas clarasLa cinta en español es la octava apuesta mexicana a Mejor película extranjera y, de ganar, sería la primera en lograrlo, no obstante Alejandro González Iñárritu afirma que no está seguro de que ganar un Oscar por Biutiful cambiaría algo en México. “No sé si ayude (en algo) pero sería bueno para unos y malo para otros. Pero eso sí, sería muy agradable”, indicó el director mexicano, cuyo filme es protagonizado por el español Javier Bardem, a su vez nominado al Oscar como Mejor actor. Sobre si siente cierta responsabilidad hacia los mexicanos por su nominación, dijo: “No, porque no me gusta hacerla de embajador. Hay cosas más importantes que una película”.González Iñárritu, que ya había competido en el mismo rubro en 2001 con Amores perros. “Vi todas las películas, todas son muy buenas”, resaltó el cineasta en un encuentro con la prensa en la alfombra roja del Teatro Kodak, donde el domingo se realizará la ceremonia. “Son muy buenos directores”. Pero al ser cuestionado sobre qué tantas posibilidades de ganar cree tener, bromeó: “Tengo 20% de posibilidades, porque compiten cinco películas y cada una tiene 20%”. González Iñárritu también fue postulado en 2007 a Mejor director por Babel, cuyas siete nominaciones incluyeron también la de Mejor película.“Estar nominado siempre es una distinción, un reconocimiento a tu trabajo. Es una nota agradable”, sostuvo. El domingo asistirá a la gala en Hollywood acompañado de su esposa e hijos, contó. “De aquí al domingo voy a dormir mucho”, dijo entre sonrisas. “Me levantaré, caminaré, porque me gusta caminar, meditaré y después haré un brindis con algunos amigos (antes de ir a la ceremonia)”. Dijo que tratará de no ponerse nervioso el día de la ceremonia y que no está preparando un discurso. “Prefiero dejar que el corazón hable”, puntualizó.AgenciasRazones para filmar en EspañaEl cineasta mexicano comentó que decidió rodar el filme en España por una cuestión natural. “Javier es español y era natural filmar en España. Además se come muy bien y podía ver a Leo Messi (el delantero del FC Barcelona) todos los fines de semana”, dijo entre risas. Después, ya en tono serio, agregó que le atrajo la complejidad y la multidiversidad del momento que vive España ante dos corrientes distintas. “El rescate del lenguaje nacionalista, que por un lado resurge fuertemente, y el impacto de la inmigración, que me parece fascinante”.
Fuente: Informador.com