Luís Alberto Salgado fue un destacado aprista en sus épocas universitarias. Ya no lo es. Trabajó con cargo de confianza del actual gobierno del APRA en el Concejo Nacional de Derechos Humanos. En el 2007 renunció aduciendo falta de apoyo del gobierno. Desde hace dos años viene recorriendo las bases apristas del Perú, iniciando un proyecto personal y divisionista al interior del PAP con el propósito de arrastrar al sector caviar del PAP de cuya escuela proviene el Señor Salgado. No lo consiguió y, en consecuencia, tampoco crear su propio partido. Hoy reclama a sus incondicionales que trabajen el voto por Ollanta a la presidencia en revistas y diarios vinculados al ollantismo, que promueven sus escritos en esta época electoral. Cuando leí el título de “La debacle anunciada” pensé que se refería a la poca aceptación con que cuenta su candidato Ollanta Humala. He seguido de cerca su edad de piedra en política de la cual aún no sale y puedo apreciar la figura de un torpe divisionista, la pobre visión política partidaria y orgánica y mucha voluntad para no terminar en su propio cuartel de invierno.