Oscar 2011: Anne Hathaway deslumbró a la audiencia con su simpatía

"Captar" a la audiencia más joven. Con esa premisa, los productores de la 83ª edición de los Oscar pensaron no en uno sino en dos actores de nueva generación que hicieran pareja sobre el escenario del Kodak Theatre como maestros de ceremonia. Los elegidos, James Franco, de treinta y dos años y además nominado por su trabajo en '127 horas', y Anne Hathaway, de veintinueve –la más joven de la historia en estas lides- que desde que se 'vistió de Prada' ha visto su carrera en ascenso y su fama multiplicada además de estar considerada una de las actrices mejor vestidas sobre la alfombra roja. Tampoco antes se había confiado esta labor a un dúo formado por un hombre y una mujer. Siempre habían sido un hombre o mujer en solitario e incluso un trío como en 1985, Jane Fonda, Alan Alda y Robin Williams, y en 1986, Chevy Chase, Goldie Hawn y Paul Hogan.

Candidata al Oscar en 2009, Anne, que comenzó la ceremonia dirigiéndose a su madre (su compañero hizo lo propio con su abuela) había paseado por la alfombra de las primeras, lógico porque debía prepararse para su 'debut', muy sonriente de rojo Valentino con un vestido 'vintage' de tafetán de color rojo con escote palabra de honory acompañada por el diseñador. Al primer golpe de cámara, su vestido había cambiado, este de color champán de Givenchy llevaba unas originales aplicaciones metálicas en la cintura y con él dio paso al divertido vídeo presentación de seis de las diez cintas candidatas a mejor película protagonizado por ella mismo y James Franco. Su tercer cambio, con un femenino esmoquin de Lanvin y stilettos de vértigo fue para dejar a más de uno boquiabierto haciendo sus pinitos cantando. Pero ahí no acaba todo, aún quedaba verla con otro traje negro de escote palabra de honor, uno dorado de Óscar de la Renta con flecos de pedrería de con los que jugó moviéndose a ritmo de charleston y escote asimétrico de un solo hombro, uno rojo de escote palabra de honor ya rondando las cinco menos cuarto de la madrugada hora española y azul electrico de escote barco de Giorgio Armani Privé , y un último de corte sirena con manga larga y cuello alto que se ajustaba como un guante a su silueta.

Polifacética como nunca, Anne Hathaway ha mostrado mil y un rostros en esta ceremonia de los Oscar. En el último anuncio promocional de la gala se metía en la piel de Evita en el balcón de la Casa Rosada para entonar ante una multitud una versión de la célebre 'No llores por mi Argentina' que, a diferencia de la original, dice así: "Don't Cry for me Kodak Theatre...". En el spot que apenas dura medio minuto, Anne interrumpe la canción para transformarse en una rapera que baila de un modo un tanto ridículo al ritmo de Rump Shaker, canción del artista hip hop Wreckx-N-Effect's. A esto hay que añadir sus apariciones durante la gala disfrazada de Olivia Newton John para recrear junto a un John 'James Franco' Travolta una de las escenas de la mítica 'Grease' y la recreación de escenas recordando películas como 'Rocky' y 'Million Dollar Baby' en las que aparecen entrenando en un gimnasio haciendo pesas con las estatuillas de los Oscar y mostrando todas las pruebas a superar para afrontar la gala: ir al servicio en tiempo récord, cambiarse de ropa, bailar sobre el escenario, estar preparados para los posibles imprevistos...

Anne Hathawary y James Franco trataron en su ejercicio como maestros de ceremonias de llevar al público a través de un viaje por la historia de las películas de Hollywood con pocos cambios de escenario, sin utilizar las tradicionales proyecciones virtuales que cada pocos minutos daban un aspecto nuevo a la escena. "El objetivo es que abandonemos el teatro Kodak, de una forma metafórica, y nos llevemos a la audiencia" había comentado días antes uno de los productores.

Fuente: Hola