Oscar 2011: Lo más importante de la ceremonia más esperada del año

Si algo queda claro tras la última ceremonia de los Oscar es que a Anne Hathaway y James Franco no los volveremos a ver como anfitriones.

Los organizadores de la fiesta del cine más grande del mundo quisieron hacer de esta una noche hip, trendy, llena de alusiones a Facebook, Twitter y teléfonos inteligentes. En otras palabras, una noche más atractiva para mayores de 20 y menores de 40.

Pero los genios marqueteros detrás de esta decisión debieron esconderse bajo la mesa cuando apareció Billy Crystal y el Teatro Kodak en pleno se paró a aplaudirlo. El mensaje: basta de probar suerte (¿Hugh Jackman? ¿Alec Baldwin?) y pongan aunque sea a un malo conocido.

Los mejores momentos de Hathaway y Franco fueron sin duda las parodias pregrabadas. La fiesta comenzó con un spoof de Inception, en el que ambos pretendían meterse en los sueños de Alec Baldwin, y en el camino se introducían en escenas de las mejores películas del año.

Pero en vivo la pareja encontró demasiados baches. Por un lado, la actitud de Franco, tan relajado que parecía su personaje de Pineapple Express (no, no estaba flotando en hierba. Quienes lo conocen de cerca aseguran que él es así). Y por otro lado, Anne Hathaway parecía abrumada con la tarea. Aun siendo una gran actriz, no mostró la chispa para la improvisación de otros anfitriones y delataba sus nervios con risas que hacia el final de la ceremonia comenzaron a impacientar a la platea.

Kirk Douglas se robó el show

Tal vez lo más memorable de la ceremonia fue Kirk Douglas, quien pese a hablar con dificultad, protagonizó un momento hilarante cuando retrasó por varios larguísimos segundos, deliberadamente, el anuncio de la mejor actriz de reparto. El veterano actor piropeó a Anne Hathaway, le tomó el pelo a Hugh Jackman y Colin Firth y jugó con su bastón, antes de por fin anunciar a la ganadora, Melissa Leo.

La actriz de The Fighter dejó un momento para el recuerdo, aunque tal vez no por las razones correctas. En medio de su discurso, Leo soltó la prohibida "f word", que fue bloqueada a tiempo por los técnicos de ABC, la cadena que transmitió los Oscar.

Por otro lado, Hugh Jackman fue la estrella del público. No abrió la boca, no se paró sobre la butaca, pero por una extraña coincidencia todos parecían apuntar sus bromas hacia el actor australiano. Hathaway incluso le dedicó una canción en la que le reclamaba por, supuestamente, no haber querido cantar con ella.

Pero en general, una vez más, los Oscar transcurrieron sin sorpresas. Acaso podríamos destacar a Russell Brand y Helen Mirren, que estuvieron divertidos presentando el Oscar a la mejor película extranjera. Ad hoc, Mirren hizo la introducción en francés y Brand tradujo lo que le vino en gana: "Helen dice que su actuación como reina fue más realista que la de Colin Firth como rey". Sin embargo, de nuevo, la ganadora en esta categoría -In A Better World- tuvo sabor a estafa (los expertos apuntaban a Incendies).

Otro momento destacable: Sandra Bullock. La ganadora de un Oscar presentó a los nominados en la categoría de mejor actor y aprovechó para bromear con cada uno de ellos, completamente dueña del escenario. "¿Cuándo es suficiente para ti?", le preguntó a Jeff Bridges por "acaparar" las nominaciones de los dos últimos años; mientras que a Jesse Eisenberg le dijo que todavía está esperando que la acepte como amiga en Facebook.

Más allá de eso, realmente no hubo novedades. Ganaron los favoritos, Natalie Portman casi lloró, los anfitriones resultaron ser -efectivamente- una mala idea, y la gente se quedó con ganas de más Billy Crystal. Siete años después de su última participación como presentador del Oscar, el público parece cansado ya de tanto experimento.

¿Qué te parecieron Ann Hathaway y James Franco como anfitriones?

Fuente: Univisión