Lily Allen se ha tomado un descanso profesional para poner en orden su vida y darse cuenta de lo que verdaderamente le importa. La cantante afirma que no quiere llegar a los 50 años como Madonna porque prefiere tener niños a los que "hacer sandwiches". Después de sufrir bulimia y dos abortos espontáneos, Lily Allen ha decidido tomarse un descanso de la música para ordenar sus ideas y superar lo ocurrido.
"La gente que es famosa y tiene éxito y vive en este mundo loco tiende a morir muy pronto, o se suicidan o mueren de sobredosis. Yo prefiero no hacerlo así que prefiero comer", ha sentenciado en el documental de Channel 4 'Riches to rags'.
Allen ha decidido ser feliz y alimentarse bien, antes que "ser la persona más delgada del mundo", porque "no sería capaz de hacer eso sin ser infeliz".
También ha dejado claro que no tiene pensado continuar sobre los escenarios toda la vida, porque prefiere centrarse en su vida personal antes que ser como Madonna.
"Mi idea del infierno sería seguir haciendo esto dentro de 25 años. No quiero ser como Madonna, miradla, está chiflada", ha afirmado.
Y es que después de la "larga batalla" que está librando después de tener su segundo aborto espontáneo y las secuelas de la bulimia, Allen sólo quiere estar tranquila y formar una familia junto a Sam Cooper, con quien se casará el próximo 11 de junio.
"Quiero casarme y tener niños y hacer sandwiches a los que quitarles la corteza", concluye.
Fuente: Europapress