Al menos 34 muertos, es el último balance todavía provisional del atentado perpetrado este miércoles en Peshawar por un kamikaze que hizo estallar una bomba durante los funerales de un combatiente antitalibán. Un nuevo episodio de violencia reivindicado por la organización terrorista Al Qaida.
La explosión se produjo en el pueblo de Adezai, en la periferia de Peshawar, en el noroeste del país. Los servicios de socorro han contabilizado hasta ahora 34 víctimas y medio centenar de personas heridas han sido ingresadas en el hospital principal de la ciudad. El balance podría agravarse con el apso de las horas.
El blanco escogido por los terroristas fue en esta ocasión la ceremonia funeraria de un miembro de una milicia progubernamental. La procesión de la tribu en homenaje póstumo a ese combatiente fue interrumpida por la irrupción del kamikaze que llegó a pie e hizo estallar la carga disimulada bajo su ropa.
Este drama forma parte de una ola de atentados antigubernamentales perpetrados por los talibanes en Pakistán. La víspera un atentado con coche bomba en la ciudad de Faisalabad en el centro del país había provocado ya 25 muertos y 125 heridos...
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