Decenas de miles de libaneses desfilan en Beirut contra el poderío armado del partido chiíta. Los pro-occidentales denuncian la ilegalidad del arsenal y exigen sólo el Estado tenga el monopolio de las fuerzas armadas.
Al grito de “El pueblo quiere ver caer las armas (del Hezbolá), “No a los asesinatos” o “No al dictado de las armas”, decenas de miles de personas protestaron este domingo en Beirut contra el arsenal del movimiento chiíta. La marcha coincidía con el sexto aniversario de la llamada "Revolución del Cedro", iniciada tras la muerte de Rafic Hariri, en la que según medios occidentales el grupo chiíta podría estar implicado.
“No permitiremos que nuestro destino esté en manos de otros. No queremos que Líbano esté al servicio de Irán”, sostuvo el líder cristiano Samir Geagea, uno de los dirigentes pro-occidentales. “Estamos aquí para anunciar una segunda Revolución del Cedro hasta la desaparición del mini Estado y de la instalación del Estado”, añadió...
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