Si normalmente los vestidos de princesa están reservados para Suri Cruise, en esta ocasión madre e hija decidieron intercambiarse los papeles y fue Katie Holmes la que se enfundó en un diseño digno de cuento. La actriz, de 32 años, que ha estado recientemente en Vancouver visitando a su esposo Tom en el set de rodaje de Misión Imposible IV, se dejó ver en compañía de su hija y de unos amigos luciendo un precioso diseño en tonos grises de Lanvin que combinó con una preciosa rebeca blanca.
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