En un intento por regresar al buen camino, Lindsay Lohan tendría que tomar una de las decisiones más complicadas de su carrera. Y es que aunque la ex estrella infantil asegura que es inocente en un caso de robo del que se le acusa, considera la opción de aceptar un trato aunque parte de la negociación implica que debe ir a la cárcel.
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