Mel Gibson está atravezando por un momento muy crítico en su vida personal, pues deberá vender su mansión de Malibú para repartir el dinero con su ex-esposa, Roby Moore, la madre de sus siete primeros hijos.
La lujosa residencia del actor ha sido valorada en 14,5 millones de dólares, pero el está pidiendo más de 16 millones. La casa posee 6 habitaciones, 8 baños, una vivienda para huéspedes, piscina y biblioteca.