En efecto, todos contra Ollanta Humala, incluyendo al Presidente de la República y su séquito, sucumbieron, pues, la voz del pueblo eligió en esta justa electoral al candidato de la O. Los contrincantes de la O, con sus peleas entres sí y sus metidas de miedo contra Humala, sólo sirvieron para levantar la preferencia por el candidato, hoy, ganador en primera vuelta. El pueblo ha madurado. Bien por ello.