Toledo acertadoPor César Campos R. Diario Expresoiernes 29 de abril de 2011
No podemos menos que aplaudir el buen juicio y sentido de la oportunidad del ex presidente Alejandro Toledo, quien como líder del partido Perú Posible hizo saber que dicho colectivo no respalda orgánicamente a ninguno de los dos candidatos presidenciales hábiles para la segunda vuelta. Buen juicio porque se trata de una decisión meditada lejos de las frustraciones que podría haberle acarreado el sopapo electoral del 10 de abril, las mismas que parecían arrástralo sin remedio s a los brazos de Ollanta Humala en la línea de la respetable pero dudosa tesis de Mario Vargas Llosa sobre el mal menor.También porque se exhibe a la altura de quien condujo los destinos del país bajo el patrocinio de recuperar un sistema democrático pisoteado por el régimen 1992-2000, el cual se vio nuevamente amenazado por la intentona golpista de los hermanos Antauro y Ollanta Humala en enero del 2005. Toledo en particular no podía ni debía regalarse a tales opciones, aunque el criterio de estadista le exija ponerse encima de cualquier pasión. Y tiene un gran sentido de la oportunidad porque frena esa ola vergonzosa de transfuguismo iniciada nada menos que por el jefe de Plan de Gobierno de PP, cuya aparición pública matriculándose en la campaña de Gana Perú, echó por la borda un bien ganado prestigio académico y personal. Kurt Burneo, pecando de supina tontería, cree que Ollanta o su amigo Felix Jiménez lo necesitan más allá de una fotografía regeneradora de la imagen del aspirante chavista. En todo caso sólo será para que se acople a lo contrario de lo que pregonó en la primera vuelta. Cuánto le falta a Burneo leer la historia del Perú.Este atajo se debió en gran parte a la alerta lanzada por el dirigente Juan Sheput, quien con mucha energía condenó la feria de saltapericos y anticipó algunas luces sobre el destino que le esperaba a PP luego de algunas deliberaciones de su comando político. Es una buena medida, reiteramos, digna de quienes saben los entretelones de administrar el poder.El ojo vigilante de la bancada parlamentaria de PP (la tercera más importante del próximo Congreso) en las materias de gobernabilidad, equilibrio fiscal, prudencia financiera, estímulo a la inversión privada, lucha efectiva contra la corrupción y calidad democrática, puede convertirla en el fiel de la balanza que impida los temidos excesos de cualquiera de las alternativas a ganar. Si Toledo también toma la decisión de liderarla y apuesta esta vez a quedarse en el Perú, “fajarse” por la democracia así como fortalecer su partido, ¿qué le impediría a los 70 años volver a postular a la presidencia de la República? Fernando Belaunde retornó al sillón de Pizarro a los 68 y Pedro Pablo Kuczynski lo intentó a los 72. No lo olvidemos. Pese a lo dicho, huelo la certeza que Toledo pactará con Humala una reprochable persecución contra Alan García, un referente tan democrático y sensato como el propio hombre de Cabana dice encarnar. Ese es otro tema para el que habrá tiempo de elucubraciones.