Votar en contra de Ollanta Humala en la segunda vuelta electoral no nos convierte en fujimoristas y votar en contra de Keiko Fujimori no nos convierte en humalistas. Cabe recordar que en la primera vuelta, un 45% de peruanos no votó por ninguno de los dos candidatos presidenciales que siguen en carrera. En su mayoría, ese 45% de peruanos que no votó por Ollanta ni por Keiko, ahora se encuentran entre la espada y la pared; sienten que una vez más deben optar por el “mal menor”.
La gran pregunta es: ¿un eventual gobierno de Humala sería peor que un eventual gobierno de Fujimori u Ollanta gobernaría mejor que Keiko? He ahí el gran dilema para los miles de peruanos que consideran que ninguno de ellos es digno de ocupar el sillón de Pizarro.
Falta menos de un mes para la segunda vuelta electoral y el Perú se encuentra dividido entre los que votarán por Keiko y los que lo harán por Ollanta. La encuesta de Ipsos Apoyo difundida el domingo 8 de mayo arroja un empate técnico: Fujimori 41% y Humala 39%.
Según Ipsos Apoyo, el 12% de peruanos afirma que votaría en blanco o viciaría su voto, mientras que un 8% aún está indeciso. Y a decir del último sondeo nacional de Datum realizado entre el 7 y 9 de mayo, el 13.5% de los entrevistados aún no sabe por quién votará y un 8% afirma que lo hará en blanco o viciado.
Es justamente ese 20% (Apoyo) ó 21.5% (Datum) del electorado que votaría en blanco o viciado o que aún no decide su voto, el que definirá la elección del 5 de junio. Ambos candidatos lo saben perfectamente y luchan por conquistar ese bolsón electoral. Cualquier error o paso en falso podría ser definitorio.
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