Dos frases me han impactado de la entrevista que el día de hoy se le hiciera a Jorge Trelles en Buenos Días Perú. La primera, "nosotros hemos matado menos" tratando así de justificar, de manera cuantitativa, los asesinatos de personas inocentes o los ajusticiamientos extrajudiciales. El exabrupto del señor Trelles podría revelar la fractura psicológica del fujimorismo, a tal punto, de su aceptación por el subconsciente, sin reparos internos ni cuestionamientos morales.¿Matar a un niño en Barrios Altos o un grupo de estudiantes en La Cantuta es menos, sólo por simplezas cuantitativas?
Matar a una sóla persona, despojarla irreversiblemente del derecho a la vida, es un crimen contra la Humanidad. Siento, penosamente, que las declaraciones de Jorge Trelles, concediéndole la duda de que se trata de un exabrupto, es una frase que muestra la descomposición moral que acompaña al fujimorismo.La otra frase es "hubo corrupción pero no todos fuimos corruptos". De la frase se desprende que hubo cómplices, es decir personas que sabían que había corrupción pero que se callaban por gozar de las prebendas y beneficios del poder. Es un poco lo que sucede en estos días con los oportunistas de turno. Se suben al coche del fujimorismo, sabiendo lo que fue el régimen de Alberto Fujimori durante los 90, no les importa, lo que se quiere es figurar. No hay justificación, en ese sentido, pues se sabe del deterioro ético y moral de la época.
Ambas frases resumen lo que siempre pensé: que Keiko Fujimori siendo hija sigue siendo la representante de un sistema y un conjunto de comportamientos nefasto para el país.
Jorge Trelles: Nosotros matamos menos.
Fuente: Mate Pastor