Apanado finalCésar Campos R.
¿Estaba el monumento al Cristo del morro guardadito y callado para luego ser extraído de la manga presidencial como perfecta cortina de humo que ocultara la promulgación de la Ley 29703 –modificatoria del Código Penal para agravar penas a los funcionarios corruptos– y distrajera la cocina de un indulto favorable a Alberto Fujimori?
Confieso absoluta incapacidad para explicarme tamaña jugada de ajedrez imputada por ciertos comentaristas a Alan García, luego que ellos mismos celebraran –con sarcasmo y no exentos de alguna razón– los sucesivos errores de cálculo del primer mandatario vistos recientemente, sobre todo en sus pretendidas simpatías electorales. Según esa tesis, García no da pie en bola hace tiempo pues perdieron sus candidatos Alex Kouri o Lourdes Flores para la alcaldía de Lima, y Luis Castañeda, Pedro Pablo Kuczynski o Keiko Fujimori a la presidencia.
Efectivamente, la obsesión hacia García, sus modales y gestos asociados a grandes teorías conspirativas (donde sólo faltan masones, templarios o caballeros de Malta), jamás tiene filtro y es moneda común entre quienes apuestan la vida asegurando que el todavía presidente se luce como un gran titiritero de la realidad nacional. Por supuesto esa habilísima intención de manejarlo todo colapsa por la mayor inteligencia de los denunciantes, rápidos sabuesos de las pendejadas (no encuentro mejor término) alanistas que las detectan y desbaratan al toque, para satisfacción del respetable.
Sin duda es un magnífico ejercicio para las neuronas que sin embargo roza muchas veces el onanismo mental. Creo que ello ocurre cuando ahora se armoniza el Cristo del morro, la Ley 29703 y el indulto a Fujimori.
Lo del cristo, según se ha informado, nace con una oferta de donación presentada a la presidencia del Consejo de Ministros el 30 de marzo. La misma es aprobada el 4 de abril. Los trámites se iniciaron el 14 del mismo mes en el Ministerio de Cultura y pasó rápidamente por varias instancias del Ejecutivo, contando con la aprobación de todas ellas. En mayo ya estaba en el concejo de Chorrillos que también lo aprobó de inmediato y luego se procedió a iniciar su ejecución.
Lo de la ley fue una iniciativa del Poder Judicial presentada al Congreso en agosto de 2010 y sancionada por el mismo la semana pasada sin que nadie, absolutamente nadie dijera una palabra en contra. El Ejecutivo procedió a promulgarla ante tamaña unanimidad. Hasta aquí, ¿tiene algo que ver Cristo, nuestro señor, con una norma que si en verdad es tan perversa, se le pasó por la huacha incluso al nuevo oficialismo?
Por último lo del indulto a Fujimori se gestó por las declaraciones públicas del próximo segundo vicepresidente Omar Chehade y el mismo presidente virtualmente electo Ollanta Humala, quienes hicieron un contrapunto sobre el particular (con las palabras enfáticas de Ollanta: “nadie debe morir en la cárcel”) por la posible enfermedad terminal del ex mandatario preso. ¿Qué pito toca García Pérez en este tema? ¿Cuál ha sido su arte, magia, sinuosa virtud, maquiavelismo de alto bordo como para que ahora sus enemigos le endilguen la intención de un indulto?
Entonces cada cosa en su sitio. Que se discutan estos puntos en sus respectivas áreas. El apanado al fin del gobierno de García ya tiene mucho de majadero cuando se llega a lo inverosímil.