Un cazador de tesoros estadounidense se ha lanzado en busca de los restos del ex jefe de Al Qaida, arrojados al mar Arábigo desde un portaviones norteamericano. El talentoso buzo Bill Warren, especializado en barcos hundidos, ya ha llevado a cabo descubrimientos milagrosos.
Los franceses tardaron dos años en localizar los restos del vuelo Rio-París a 3.900 metros de profundidad en el Atlántico Norte. Dos años de investigaciones y varias exploraciones de la zona antes de conseguir la meta: encontrar los restos del avión pero igualmente de casi todos los cuerpos de los pasajeros que murieron en el accidente.
Al declarar que quiere encontrar el cuerpo de Bin Laden, el cazador de tesoros estadounidense se ha planteado un desafío aún mayor. Porque no tendrá ninguna referencia como restos de un avión en el fondo del océano diseminado en varios kilómetros cuadrados. Bill Warren va a operar en el mar Arábigo, que se extiende sobre 3,6 millones de kilómetros cuadrados, desde las costas de Arabia Saudita hasta la India. Y la profundidad de este mar es también mayor: 5.800 metros...
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