Compatriota Evo

COMPATRIOTA EVOPor César Campos R. Diario EXPRESO, miércoles 22 de junio de 2011 La segunda parte de la gira del presidente electo Ollanta Humala por América del sur se ha iniciado con frases del corazón y de su cerebro social. El pragmatismo exhibido en el primer tramo de sus viajes cede ahora a los sentimientos y al espacio onírico del líder nacionalista del 2006 o de enero del 2011. Los escenarios se transforman, Humala también. Cambia de colores según la ocasión.

Veamos sus palabras: “Sueño con la reunificación de Perú y Bolivia. Sueño que en algún momento esta línea fronteriza desaparezca y volvamos a ser una misma nación, un solo país”, dijo ayer al presidente boliviano Evo Morales, durante un almuerzo ofrecido en su honor en la ciudad de La Paz.Un sueño muy personal, sin duda. Pero, ¿la unidad de Perú y Bolivia? ¿Es una reedición de la confederación impulsada por Andrés de Santa Cruz? ¿Constituye un mensaje de “hermandad” que Chile debe escuchar con oídos alarmados? ¿O sólo es una expresión de cariño y simpatía hacia un país liderado por un hermano aymara que combina la afición por el juego inglés del football con el idioma de los pueblos oprimidos del mundo? La vida es sueño y los sueños sueños son, como reza el verso de Pedro Calderón de la Barca, si lo dejáramos en la bonita ansiedad de una sola patria con el otrora llamado Alto Perú. Sin embargo, el meta lenguaje nos lleva a lo manifestado por Humala en enero del 2006 cuando sostuvo exactamente lo mismo: “si llego a la presidencia – dijo al sitio informativo Peru.com – espero que nos integremos con Bolivia en una sola nación. Yo creo en la unificación, no sólo política y social”. Y el domingo 19, cuando celebraba el día del Padre junto a su familia, expresó: “Bolivia y Perú son una misma nación, de una nacionalidad fuertemente aymara. Con Evo me conozco desde cuando que él era diputado y candidato a la presidencia, en Cochabamba lo conocí y hemos tenido una visión de integración bastante compartida”._Entonces, aquí hay un proyecto de mayores dimensiones. El pretexto: la “nacionalidad fuertemente aymara” (la cual el político e historiador Fausto Alvarado Dodero lo sindica como una gran farsa, similar a que califiquemos al Perú de “nación castellana”) y la postura común entre Ollanta y Evo alimentada hace varios años de algo que la mayoría de peruanos desconocemos.Estas no son frases simples, buenos deseos o sueños. Obliga a remitirnos hacia lo publicado por Mario Vargas Llosa en el diario El País de España el 21 de enero del 2006, en su artículo: "Asoma en la región un nuevo racismo: indios contra blancos", donde asegura que con Morales, Hugo Chávez y Humala, la raza se vuelve ideología. Y en el que el Nobel también describe de la siguiente manera al presidente de Bolivia: "Evo es el emblemático criollo latinoamericano, vivo como una ardilla, trepador y latero, y con una vasta experiencia de manipulador de hombres y mujeres, adquirida en su larga trayectoria de dirigente cocalero y miembro de la aristocracia sindical". El “compatriota Evo” es una carta inusitada que el presidente Humala saca de la manga con un cálculo por desentrañar.