La historia los juzgará
El presidente Obama anunció esta semana el inicio del retiro de tropas de Afganistán. En su discurso, lo que más llamó la atención fue cómo se refirió a la lucha de EE.UU. contra el terrorismo.Refiriéndose a la ejecución de Bin Laden dijo: "El mundo sabe que EE.UU. no olvida. Sin importar cuánto tiempo tome, quien atente contra EE.UU. deberá rendir cuentas". Además sostuvo que Bin Laden fue llevado a la justicia por valientes soldados a quienes había tenido el honor de felicitar y agradecer personalmente. Finalmente, resaltó el valor de cada uno de los soldados y sus familias quienes se habían sacrificado por defender la seguridad de todos sus compatriotas y les aseguró que el país sabría retribuirles.Permítame unas precisiones, Bin Laden no fue llevado a la justicia, el fue ejecutado extrajudicialmente por un comando del Ejército americano. El asesinato de Bin Laden fue innecesario e ilegal. Una vez detenido, EE.UU. debió llevarlo ante una corte de Justicia para ser juzgado. Sin embargo, en una decisión analizada por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas Americanas, el Presidente opto por ejecutarlo y tirar sus restos al mar.El asesinato de Bin Laden podría haber sido considerado inaceptable y haber sido condenado por sus opositores. Sin embargo, ningún político ni ninguna institución ha cuestionado esta decisión del Presidente. Los americanos han considerado más importante el valor de la seguridad del país que el triste espectáculo de asesinar a un terrorista. La clase política americana cerró filas alrededor de su Presidente en la lucha contra el terrorismo y la defensa de la seguridad del país. Cabe resaltar que EE.UU. no está sujeto a ninguna corte internacional. El Presidente sólo le rinde cuentas a su pueblo y se somete a sus instituciones.La lucha contra el terrorismo durante el gobierno del presidente Fujimori no tuvo una política de Estado de violación de DD.HH. El Perú opto por detener, presentar públicamente y juzgar (no asesinar) a los terroristas en tribunales militares, ya que en ese momento Sendero tenía amenazados a los jueces y éstos no se atrevían a condenarlos. Las leyes contra el terrorismo, los jueces sin rostro, el respeto a los derechos de los terroristas, pero sobre todo la decisión política, permitieron que el Perú venciera al terrorismo. En julio del 1992, luego del atentado en Tarata, eso parecía imposible. Sin embargo, los caviares han pretendido reescribir la historia, y en base a innegables abusos y delitos de responsabilidad individual, hemos juzgado a nuestras Fuerzas Armadas y al presidente que lidero la lucha contra el terrorismo en tribunales ideologizados y en procesos que no se ajustan a derecho. En lugar de enseñarle a nuestros hijos el valor de su sacrificio.
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