Fujimori acababa de salir de la cárcel y al no encontrar trabajo se metió de taxista, de pronto sube una monja a su taxi en medio de la noche oscura.
Fujimori durante todo el camino se le queda mirando por el espejo y cuando ella se da cuenta, le pregunta:
- Hijo... ¿Qué es lo que ves?
- Perdón madre, me da mucha pena decírselo, yo no quisiera ofenderla.
- Pero, hijo mío, en mi vida yo he visto muchas cosas y no creo que puedas decirme algo queme pueda ofender.
- Bueno, acabo de salir de la cárcel y toda mi vida he tenido la fantasía de que una monja me haga sexo oral.
La monja se queda sin habla y luego dice:
- Pues... no lo sé, en primer lugar tendrías que ser católico y además tendrías que ser soltero.
A lo que el taxista responde emocionado:
-¡Sí, yo soy católico y soy soltero!
La monja se queda sin argumentos y acepta la propuesta del taxista Fujimori. Este se metea un callejón y la monja le cumple su deseo.
Cuando han terminado, Fujimori empieza a llorar y pregunta la monja:
- Hijo, ¿qué te pasa? ¿por qué lloras?
- ¡Perdóneme madre, he pecado!
Estafe a 24 millones de peruanos, eche a mi mujer a cuchillazos de palacio y ahora por aliarme con los apristas he salido impunemente....
- No te preocupes, yo soy gay, me llamo Rafael Rey y voy a una fiesta de Halloween..