Columna: Agenda Política
Título: ¡Viva Villarán!
Por: César Campos R.
Llegan a ser muy divertidas las conjeturas que se tejen sobre las quejas relacionadas a la administración edil de Susana Villarán. Desde hace más de una semana, amigos y simpatizantes de la alcaldesa han lanzado una ofensiva mediática denunciando de todo: acciones conspirativas a cargo de mafias golpeadas, misoginia encubierta, intolerancia a una gestión de izquierda, angurria de cierta prensa ante el recorte del gasto publicitario del municipio limeño, pataletas desalmadas de una ciudadanía amante del cemento y no de la intangibilidad de las políticas inclusivas (como promover un rico chape gay en cualquier local público), etc.
Pero la más sensacional es la que descubre un globo de ensayo en los intentos de revocar a Villarán para luego proceder del mismo modo con el presidente Ollanta Humala. La derecha fascista del Perú, dicen, está en pie de guerra porque no soporta el noble proceso de cambios emprendido en el Perú con la elección sucesiva de una alcaldesa y un mandatario de la izquierda.
Cada una de estas hipótesis sólo revela ceguera y necedad. Muy pocos de los amigos villaranistas tocan el fondo del problema que apunta a una mala mezcla actitud-aptitud de su defendida para ejercer el cargo. La vista hacia la vereda del frente como justificativo del 21 por ciento de aprobación y 64 por ciento de rechazo que tiene la alcaldesa (según la última encuesta del IOP de la Universidad Católica) elude en forma hipócrita e interesada el trabajo de ayudarla a salir de su propio laberinto.
¿Conspiración? Sí, la de la señora Villarán contra ella misma por prolongar el lenguaje enconado de la campaña y no habilitar una vía afirmativa de metas a cumplir. Se le eligió para que le otorgue un norte a Lima; no para que haga las veces de juez o policía. Las cochinadas debajo de la alfombra igual se barren. Lo demás queda en manos de los órganos jurisdiccionales.
¿Machismo? ¡Pero si hemos tenido infinidad de alcaldesas, ministras, congresistas y hasta candidatas presidenciales con opciones de triunfo en el Perú! ¿Quién admite la tontería que a la señora Villarán no se le quiere por su condición de mujer?
¿Resistencia al renacer de la izquierda? Pero si la mayoría del pueblo peruano ha apostado por ese camino, exigiendo – eso sí – conductas moderadas de sus exponentes. Villarán y Humala corrieron al centro para ganar. ¿Publicidad agónica? ¡En buena hora, para que se invierta más en obras de las cuales habla el pueblo cuando siente su beneficio. ¿El limeño sólo ama el cemento? Un verdadero insulto al mosaico étnico, cultural y social capitalino que llena plazas, marcha, danza, bulle de alegría cuando su autoridad le provee las manifestaciones de su identidad.
Por último, ¿odio-preámbulo para luego traerse abajo a Humala? ¡Pero si la propia señora Villarán, junto a su socio Marco Arana y hasta antes de la segunda vuelta, era la más empeñosa en impedir que Humala llegue a ser gobernante porque lo acusaba de ser un violador de los derechos humanos!
No se engañen las bases villaranistas. No vean la paja en el ojo ajeno. Actos como el reordenamiento del sistema de transporte urbano, por ejemplo, le otorga créditos positivos a la alcaldesa y ojalá persevere en ese camino. Si hasta provoca aplaudirla con entusiasmo y gritar sin tapujos: ¡Viva Villarán!