El Perú vuelve a soñar con su fútbol

Vuelve a soñar, 14 años después de haber clasificado a una semifinal, el f´´utbol peruano, tran traído a menos, vuelve a hacr soñar a la afición. Perú enfrentará al elenco uruguayo, que por parte derrotó a los dueño de casa. Para muestra he aquí la portada del diario peruano La República. Y la noticia que habla de la alegría que ha desatado el triunfo peruano.

Garra, fútbol y goles. Perú venció (2-0) a Colombia y está entre los cuatro mejores de la copa. Lobatón y Juan Vargas anotaron los goles que nos clasificaron a semifinales, donde nos veremos las caras con Uruguay. El equipo del ‘Mago’ es la sorpresa del torneo continental.Michel Dancourt. Enviado especial a Córdoba, Argentina.Quizás esta crónica podría llamarse ‘Cuando el ratón se comió al gato’, cuando el supuesto perseguido pasa a ser el sicario. ‘Ratonero’ le decían a Markarián cuando dirigió en Chile, término injusto para un técnico que sabe administrar sus fortalezas, que no se dispara a los pies sino que utiliza la cabeza para ganar. Resultadista le pueden decir, pero, siendo sinceros, ¿a alguien le importa? Perú está entre los cuatro mejores de Sudamérica tumbándose todas las apuestas, nadando contra la corriente –el árbitro mexicano Francisco Chacón tuvo una actuación que se podría tildar de dudosa por la rigurosidad ante los peruanos– y ante Colombia, un gran rival, se recupera una palabra que ya se había perdido: respeto. Ahora nos miran de igual a igual, no por encima del hombro, volvimos a ser protagonista en un torneo continental y todas las miradas están sobre nosotros. Un estadio histórico para Perú ha sido el escenario perfecto para que sea el teatro de nuestro sueños y presentar un montaje impecable en el que sería injusto olvidarse de algún jugador, ya que todos destacaron con luz propia, pero iluminaron aún más cuando fueron un equipo, un solo puño en cada jugada, en cada pelea por el balón. Perú vino a competir y terminó ganando. Este torneo era una prueba, el termómetro perfecto para medir nuestra temperatura internacional, y donde ya estamos con fiebre, pero una calentura buena, sana, que nos hace saber que estamos con el pecho caliente y podemos quemar a cualquiera de los ‘favoritos’. Hay que creer, hay que confiar en esta nueva selección, en este proceso que más que un ‘Mago’, lo dirige un ilusionista. Al buen toque, al traslado interesante del balón, le hemos sumado disciplina táctica, solidaridad defensiva y un físico envidiable que nos alcanzó para seguir corriendo así el reloj marcara el minuto 120.Para soñarColombia llegaba como favorito para el duelo, incluso algunos periodistas del país del café ya hablaban de un hipotético encuentro en semifinales, saltándose pasos, olvidándose un poco de nosotros, pero en la cancha les refrescamos la memoria. Les recordamos que en la Copa América los números están a nuestro favor, que ya los vencimos en una final del torneo continental (1975, cuando de la mano de Sotil, Cubillas y Meléndez levantamos la Copa).Recordar es volver a vivir, el ‘remake’ puede ser, a veces, mejor que la versión original. El equipo del ‘Bolillo’  cuenta con un equipo en el que la mayoría de sus jugadores están en las principales ligas europeas, destacan e incluso consiguen títulos como Freddy Guarín y Radamel Falcao, que son estrellas del Porto campeón de la Europa League. Sin embargo, ayer fueron controlados por una marca asfixiante. Christian Ramos ocupó el lugar de Acasiete –quedó fuera del partido por lesión– pero su nombre también tiene que ser santificado. El defensa de Alianza Lima muta cuando usa la blanquirroja y consigue su mejor nivel, capaz de anular a Falcao, Dayro Moreno o Rodallega, no discrimina a la hora de marcar, no se achica. Tampoco lo hizo el ‘Mudo’, quien esta vez habló fuerte y claro en la cancha, siendo el patrón de la última línea en la que Renzo Revoredo y Walter Vílchez, por las bandas, tuvieron una actuación destacada. Balbín hizo honor a su nombre, fue Adán, el primer hombre sobre la tierra aunque no cayó en pecados, no mordió la fruta prohibida. Tuvo despliegue sobre la cancha y se multiplicó para ser el equilibrio de la volante, para recuperar el balón, pero también para atacar. Cruzado tuvo la habitual precisión de su pie izquierdo para sacarnos de apuros, mientras Luis Advíncula cumplió una función casi defensiva para que Chiroque, el ‘tapadito’, el que corre como juvenil a sus 31 años, sea casi un extremo de ataque. Sí, es el regreso de los ‘Wings’, esa clase de jugadores que van pegados a las líneas y que destacan por su habilidad con el balón. En la otra banda, Vargas fue un loco, pero un loco inteligente, con la innata fuerza de su valentía para avanzar, para dejar rivales en el camino. El compañero perfecto de Paolo Guerrero en el ataque, que se las arregló para preocupar a una experimentada defensa ‘colocha’.Tiempo de extramotivaciónPero esta victoria también es el triunfo de un héroe: ‘Superman’. Raúl Fernández dejó de lado los dotes histriónicos y se convirtió en un portero serio, seguro, que no dio rebotes y que incluso en el penal que hace Rodríguez  –quizás su único error– y que dispara Falcao, Raúl ya había adivinado el lugar del disparo que al final se fue desviado.Allí Perú ganó un segundo aire y aunque terminó asustado el tiempo reglamentario –Guarín le pegó al palo–, en el tiempo extra se notó, una vez más, la mano del ‘Mago’. Su as bajo la manga dio resultado. Carlos Lobatón, quien había ingresado por ‘Bolt’, aprovechó un error del portero Martínez en salida.–choca con Yepes– y le pegó con alma y corazón y vida para facturar el primer gol, para abrir el camino al triunfo que lo terminaría sellando Vargas para despertar la locura nacional. Nuevamente falló el arquero colombiano, esta vez en salida, y Paolo aprovechó para llegar a la línea final y darle el balón a Juan Manuel, quien le pegó fuerte y colocado para darnos la clasificación.El ‘Mago’ lo dijo desde que llegó a Argentina: el objetivo es quedarse hasta el 24 (día de la final) y los objetivos se pueden conseguir. Por lo pronto, estamos en semifinales de la Copa después de 14 años. Sigamos soñando, que nadie despierte.

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