Y es que a lo largo de la campaña electoral (más de 10 años en el caso de Ollanta Humala), han sido múltiples las ofertas electorales: como el incremento del sueldo mínimo, reducción del precio del gas propano, aumento salarial a los trabajadores del sector estatal, pensión 65, entre otras; y sobre todo, impulsar una política de inclusión social para que el crecimiento económico favorezca a los más necesitados.
En este contexto, han surgido una serie de reacciones respecto al mensaje presidencial de Ollanta Humala, la mayoría de las cuales sugiere que éste debe referirse a cómo el nuevo gobierno va a encarar sus ofrecimientos contenidos en sus planes de gobierno y su hoja de ruta que asumió como compromiso con el país para la segunda vuelta electoral.
La clase política peruana, y por qué no decirlo, la ciudadanía en general nos mantenemos expectantes en que el presidente Humala en su primer discurso al pueblo peruano, explique: ¿De qué manera piensa llevar a cabo la inclusión social?, ¿qué garantías se otorga a la inversión privada nacional y extranjera?, todo ello, a pesar de las designaciones de personajes “clave” en el Gabinete y sobre todo en el Ministerio de Economía y Finanzas y el Banco Central de Reserva.
Es importante que el nuevo mandatario afirme las políticas para continuar el crecimiento económico, se optimice la mejora de la gestión del Estado, que explique cómo gestionará los programas sociales como medidas para desarrollar una economía con una mejor redistribución de la riqueza, todo ello para lograr disminuir los índices de pobreza.
Otros aspectos que se mantienen latentes son la agenda laboral, la consolidación de la democracia, lucha anticorrupción, y la inserción del Perú en el mundo.
En este primer mensaje de Ollanta Humala, oficialmente como presidente de la república, debería dirigirse al pueblo peruano para explicarle no sólo lo que se va hacer, sino, cómo se hará y cómo se financiará, para devolver el optimismo que tanta falta nos hace en estos tiempos.
Es primordial que esta nueva gestión de gobierno entienda, que los más de 10 millones de peruanos estamos prestos a defender el cambio, mientras el gobierno de Humala cumpla con sus ofrecimientos electorales para beneficio del país. ¡Qué viva el Perú!.