Hay consenso generalizado en que el primer discurso del presidente Ollanta Humala ha sido moderado y aceptable. Moderado porque no ingresó al terreno de las medidas dignas de una izquierda estatista y anacrónica y aceptable porque, a pesar de no ingresar en detalles, hizo del tema de la inclusión social el punto central de su primer discurso a la Nación.
Es obvio que el presidente Humala está dejando para el presidente del Consejo de Ministros Salomón Lerner los detalles. En un máximo de 30 días deberá estar presentándose al Congreso, para dar cuenta del cómo hará y con qué resursos financiará, la serie de medidas que, en general, ya anunció el presidente.
Sin embargo hay otros tópicos muy importantes que no requieren de financiación para iniciar una gran transformación. Me refiero a la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción. En el Perú se ha visto como sujetos que han robado comprobadamente se burlan sistemáticamente de los justicia. Luego de un tiempo apelando a la falta de memoria de nuestros compatriotas, vuelven a ocupar lugares de gran responsabilidad en la cosa pública. Allí vemos a ex ministros del gobierno de Alan García como Luis Nava, o el propio Alan García que esperó que prescribieran los delitos por los cuáles se le acusaba, para volver a postular y, en el 2006, ganar la presidencia.
Así que para empezar a debatir este tema, de la lucha contra la corrrupción y la imprescriptibilidad de los delitos por ella causados, no se requiere de financiamiento sino de voluntad política. Y para ello, para presentar el proyecto al Congreso, sólo se requiere que el Ministro de Justicia discuta el tema en el Consejo de Ministros, se apruebe y se envíe al Parlamento. Ojalá se haga pronto, pues el de la corrupción si es un verdadero flagelo para el país.
texto completo del Mensaje Presidencial de Ollanta Humala el 28 de julio del 2011Fuente: Mate Pastor