Columna: Agenda Política Los pensadores Por: César Campos R. Todavía se comenta la evocación que hizo el presidente Ollanta Humala en su discurso inaugural del mando supremo, el 28 de julio, de cuatro grandes figuras de la historia republicana, las cuales aportaron valiosas perspectivas de nuestras fracturas y cohesiones, tragedias y esfuerzos, problemas y posibilidades. Ellas fueron Víctor Andrés Belaunde, Víctor Raúl Haya de la Torre, José Carlos Mariátegui y Jorge Basadre. Sin embargo, es sabido que hubo muchas más. Y para algunos resultó sintomático que justo un día antes, en la Feria Internacional del Libro, nos ocupáramos de estos ilustres compatriotas a propósito de la presentación de la obra "PENSADORES DE LA REPÚBLICA. IDEAS Y PROPUESTAS VIGENTES PARA EL PERÚ DEL SIGLO XXI", editado por el Centro de Planeamiento Estratégico (CEPLAN) y publicado por la Universidad Alas Peruanas. Una compilación de los mejores textos de Luis Alberto Sánchez, Jorge Basadre, Raúl Porras Barrenechea, Aurelio Miró Quesada, José de la Riva Agüero y Osma, Emilio Romero, César Antonio Ugarte, Víctor Andrés Belaunde, José Carlos Mariátegui, Luis Eduardo Valcárcel, Víctor Raúl Haya de la Torre y Antenor Orrego. Los comentaristas fuimos Agustín Haya de la Torre (presidente de CEPLAN), Fernando Carvallo (sociólogo), Luis Lazo (UAP), Hugo Vallenas (historiador y compliador) y yo. En la presentación introductoria del libro, “Cucho” Haya de la Torre señala que el Perú tuvo “dos generaciones especialmente fértiles” en lo que se refiere a personalidades del pensamiento filosófico, social y cultural: la llamada “generación del 900” (que destacó con el nacimiento del siglo XX) y la “generación del centenario de la independencia” (surgida en la segunda década del mismo). La referencia dio pie para que en mi intervención trajera el recuerdo del más prolífico y avasallante intelectual entre mis contemporáneos, Pedro Planas Silva, muerto prematuramente a los 39 años en octubre del 2001. A esa edad, Planas había publicado más de 20 obras de imprescindible lectura que abarcan desde su temprana curiosidad por los orígenes del APRA, pasando por diversos temas constitucionales, el sistema de partidos políticos, los procesos de descentralización emprendidos en nuestro país hasta la significación de la “generación del 900” como impulsora del vigoroso pensamiento social de la post guerra con Chile. Porque fue gracias a la investigación realizada por Planas Silva sobre la figura de V.A. Belaunde al cumplirse 100 años de su nacimiento – 1983 – que muchos abrimos los ojos a las reflexiones de un conjunto multidisciplinario de peruanos desdeñosamente arrinconados en el nominativo de “arielistas” (por su devoción al “Ariel” de José E. Rodó) y cruelmente tratados por Luis A. Sánchez en su opúsculo “Balance y liquidación del 900” escrito en Chile el año 1939. Libro “interesante pero rencoroso” a decir del historiador Pablo Macera. Precisamente Planas los reivindica a través de uno de sus libros más rigurosos y justos: “El 900: balance y recuperación” (Editora Latina SRL, 1994), el cual resumí en su intento de fijar las bases preliminares de una verdadera noción del país nativo que antecedieron el fulgor de las respectivas apuestas políticas de Mariátegui y Haya de la Torre. Es bueno decir ahora que el Perú ha sido “pensado” de muchas formas y tal vez la compilación realizada por el CEPLAN abonará la ruta de seguir construyendo esa nacionalidad a plazos que heredamos de la convulsiva y ya casi bicentenaria República.