Fuerzas sirias mataron a decenas de manifestantes el viernes, a pesar de las garantías dadas por el presidente Bashar al-Assad sobre que la represión había terminado, y miles de personas se reunieron en todo el país con renovado vigor exigiendo libertades políticas.
Activistas dijeron que al menos 34 personas, incluidos cuatro niños, murieron por disparos de las fuerzas de Assad en la sureña provincia de Deraa, donde comenzó el alzamiento contra Assad en marzo, la ciudad de Homs, a 165 kilómetros al norte de Damasco, los suburbios de la capital y la antigua ciudad de Palmira en el desierto.
Activistas en Homs informaron en la mañana del sábado que fuerzas del Gobierno dispararon con armas pesadas contra el principal distrito residencial y residentes afirmaron que vieron a helicópteros militares sobrevolando la zona.
Los disparos se concentraron en el distrito al-Khalidiya, dijeron los activistas, agregando que la electricidad y las líneas telefónicas terrestres en la ciudad fueron cortadas después de las protestas.
Fuente: infobae