El problema no es si cobran o no.
El problema es que se mantiene la letanía del engaño.
Todos los inicios y cierres de la nueva manada de congresistas en el engaño.
No se dan cuenta que cualquier privilegio va vinculado a corrupción.
En democracia no puede existir engaño ni privilegios.
La ley del embudo, para ellos lo ancho, para el pueblo ni michi.
Tiene que eliminarse ese privilegio.
Solo está en su reglamento interno y eso se puede cambiar.
Pero nuestros negociantes solo piensan en su panza y no en solucionar los problemas de nuestro país.
Ahí no hay diferencia entre ellos. Hay unidad.
23 de agosto 2011