Villa Bonilla, modelo de juez de la "justicia San Martín"

Villa Bonilla, modelo de juez de la “justicia San Martín”In DERECHOS HUMANOS Y TERRORISMO, POLÍTICA

El Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) decidirá en estos días si ratifica a la juez “anticorrupción” Inés Villa Bonilla. Siendo un caviar su presidente – Gonzalo García Núñez – lo más probable es que  la ratifique, pero la ciudadanía debe conocer la trayectoria de esta vocal para que juzgue si su ratificación es justa o politizada.Villa es conocida en los pasillos del Palacio de Justicia como una “juez carcelera”. Así se les llama en la jerga judicial a los jueces que, sin mayor reparo humanitario, suelen enviar a prisión a quienes les toca procesar.Es conocida además como incompetente e ineficiente para resolver los procesos. Aunque también tuvo fama de ser recta, por eso en 1997 fue designada presidente de la Sala Nacional Antidrogas, cargo en el que duró poco debido a que fue incapaz de conducir con celeridad los procesos. A pesar de su ineficiencia, el 2001 fue nombrada presidente de la 1ª Sala Penal Anticorrupción, encargada de juzgar supuestas violaciones de derechos humanos.En esta nueva faceta volvió a mostrarse incompetente, además de prepotente y soberbia, tal vez por sentirse la protegida del poder mediático y político caviar.El 2007 Villa violó la Constitución al citar de grado o fuerza al vicepresidente de la república y congresista Luis Giampietri, para que asista como testigo al proceso La Cantuta.El Congreso rechazó la prepotencia y denunció que la sala Villa Bonilla había violando la inmunidad parlamentaria de Giampietri.El 2010 el Tribunal Constitucional dictó dos sentencias que responsabilizan a la sala Villa Bonilla de haber violado el plazo procesal razonable y la presunción de inocencia en agravio de los generales Walter Chacón Málaga y Julio Salazar Monroe.En el caso Chacón, rompió todos los records de ineficiencia al prolongar el proceso ¡una década!, y en el caso Salazar demoró nueve años.El TC también le llamó la atención a la sala Villa Bonilla por presumir culpables a los procesados, violando el derecho fundamental a la presunción de inocencia.La sentencia que dio en el caso de Salazar es alucinante. Primero dice que éste hizo el plan de inteligencia de la matanza de La Cantuta, y después concluye que “si bien no elaboró el plan Cantuta, sí conoció dicho plan y su ejecución”. Un detalle: No existe tal plan, ni la parte civil, ni el fiscal probaron su existencia.Tan absurdo como esto es el comportamiento del Poder Judicial, que ha mantenido en el cargo a Villa Bonilla en lugar de destituirla.Los jueces como Villa – adoctrinados por las ONG caviares – violan a diario el principio de legalidad, la irretroactividad de la ley penal, el plazo procesal razonable, la presunción de inocencia, la motivación debida de los fallos, etc., ¡y no pasa nada! El debido proceso es pisoteado cotidianamente.En otras palabras, hay una mano política que manosea la justicia igual que en la era Montesinos. Solo hemos cambiado de operadores corruptos.Este es el modelo de justicia que promueven y aplauden el vocal César San Martín, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y cierta prensa corrupta.