El otro show

Columna: Agenda Política Título: El otro show Por: César Campos R. No alcanzará el tiempo suficiente para dar cuenta del desastroso balance que arroja el “plan piloto” de la primera sesión descentralizada del Congreso de la República. Balance que, por cierto, trascenderá cada uno de las anécdotas festivas (los vientos paracas volando los papeles de Yehude Simon), dramáticas (el accidente automovilístico de Cecilia Chacón y Marisol Pérez Tello), demagógicas (las promesas de atención de peticiones inviables en el Parlamento) y huachafas (Daniel Abugattas calificando de “histórica” esta jornada circense). Como hemos venido señalando, los magros resultados se medirán dentro de algunos meses. Cuando las frustraciones de los iqueños se hagan patéticas. Cuando se vea debilitada la calidad representativa de los cuatro legisladores de esa localidad (Eduardo Cabrera, José Luis Elías, Ana Jara y Elsa Anicama) porque se infló la idea que hay 130 a quienes se puede recurrir con sus demandas pues “representan a la Nación” (lo cual urge nuevamente el debate sobre la bicameralidad para ponerle fin a este híbrido). Cuando el costo-beneficio determine un saldo negativo a este pretendido acercamiento del Congreso al ciudadano de a pie. ¿Era necesario este espectáculo para, por ejemplo, aprobar la profunda investigación sobre las posibles irregularidades cometidas en la reconstrucción de Ica luego del terremoto del 2007? ¿O para declarar de interés nacional y preferente atención la formalización de la propiedad inmueble en esta zona? ¿No sería mejor consagrar cada semana del año, con dos sesiones plenarias consecutivas, el tratamiento de la agenda de cada una de las 25 regiones y para lo cual los congresistas de las mismas protagonicen en la sustentación de pedidos e iniciativas? Sin embargo, en el caso de Ica no hay que ser zahorí para darse cuenta de las segundas intenciones de la aparatosa visita parlamentaria. Es lugar común decir que la falta de recuperación de esta tierra es uno de los talones de Aquiles de la administración de Alan García. Aunque las atribuciones de Forsur terminaron siendo transferidas al gobierno regional y la gestión de ex presidente de éste, Rómulo Triveño, fue acusada por su negligencia y algunos grados de corrupción, el ojo popular no se apartó de la responsabilidad del Ejecutivo. Peor aún cuando un programa televisivo reveló que el ex titular del Seguro Integral de Salud durante el gobierno anterior – condenado a 15 años de prisión por sobrevaluación en la compra de víveres y luego indultado al atribuírsele el padecimiento de un cáncer terminal – dictaba clases sin dar signos de decaimiento.  La investigación y, por supuesto, las eventuales sanciones deben proceder. Pero hacer un show de todo esto y al precio de un tour parlamentario, revela una voluntad de fuegos artificiales con propósitos subalternos que deben denunciarse con toda energía. ¿Le harán caso al congresista Mauricio Mulder para hacer una “sesión descentralizada” en Madre Mía?