HIPATIA DE ALEJANDRIA

Hipatía de Alejandrìa Hypatía nació en Alejandría, ciudad de Egipto y vivió del 375 al 405 d.C. Recibió de su padre Teón una temprana educación en matemáticas y astronomía. Teón inició a su hija en ambas materias cuando enseñaba en el Museum, pero ella aprendió filosofía en la escuela del neoplatonismo. Hacia el año 400 d. C., Hypatía se convirtió en la cabeza de esa escuela, y enseñaba las obras de los filósofos presocráticos, de Platón y del neoplatonismo. Poseía el raro honor de recibir una paga de los fondos públicos, por el gobierno cristiano de la ciudad de Alejandría, con el fin de dirigir la escuela, a pesar de ser tanto esoterista como mujer. Hipatía de Alejandrìa es bien conocida por sus comentarios acerca de tres grandes obras matemáticas de su tiempo, especialmente la “Syntaxis Matemática” de Ptolomeo. También es conocida por su libro llamado el “Almagesto”, que en árabe significa “el más grande”. Podemos reconstruir la filosofía que ella enseñaba gracias a un conjunto de cartas escritas por sus alumnos, especialmente por Synesio. Este viajó de Cyrene a Alejandría con el fin de tener el privilegio de aprender de Hypatía. Según una de sus cartas, “Hypatía gozaba de tal renombre, que su reputación parecía literalmente increíble”. En aquellos tiempos Alejandría era el centro de la actividad intelectual en el mundo occidental. Su biblioteca guardaba miles de trabajos de erudición y de sabiduría antiga. El cristianismo era en ese entonces floreciente, tanto en el aspecto político como intelectual, y comenzaba a entrar en conflicto con las religiones y las filosofías paganas. El edicto del emperador Teodosio, acerca de las prácticas de cultos paganos, había desatado disturbios entre paganos y cristianos. A pesar de todo y durante un tiempo, Hypatía logró sobrevivir y prosperar en sus estudios y enseñanzas. Pero finalmente su sabiduría se hizo insoportable para los intereses opuestos que siempre apagan las velas en este mundo. Así, un grupo de monjes, cumpliendo los deseos del obispo de Alejandría, la arrastraron hasta el interior de una iglesia. Ahí con conchas de ostra arrancaron su carne y quemaron sus huesos. Este fue el inicio del agresivo antipaganismo que más tarde provocó el incendio de la gran biblioteca de Alejandría. Hypatía fue una mujer de fuerza incomparable que parecía no temer a nada. Tuvo el valor de entregar la Sabiduría Antigua en medio de un mundo intelectual naciente y no le importó que eso le quitara la vida.