El masaje para pies es uno de esos mimos que todos nos merecemos. Ya sea porque usamos tacones altos todo el día, caminamos muchísimas cuadras o estuvimos de pie durante horas, llegar a nuestras casas, descalzarnos y masajearnos los pies se siente de maravillas. Y más aún cuando el masaje nos lo realiza un profesional. Muchos médicos y expertos de salud están convencidos de los múltiples beneficios de este tipo de masajes pero hay muchos otros que aún hoy dudan de sus beneficios. ¿Quién está en lo cierto?
Casi todos nos damos un masaje para pies. Es una manera natural de aliviar la presión y el dolor.
Existe un beneficio fundamental de este tipo de prácticas: se siente bien, proporciona bienestar. Los pies son la parte del cuerpo que más trabaja y pueden cansarse y estresarse. Masajearlos permite aliviar los dolores y tensiones y es una de las técnicas básicas que se aprende en cualquier curso de osteopatía Madrid.
Existen datos científicos que avalan los beneficios de mimarnos los pies. Cada vez que los masajeamos incrementamos la circulación sanguínea en la zona. El mayor flujo sanguíneo nutre las células y transporta toxinas fuera de ellas. Por lo tanto, los pies están más sanos y rejuvenecidos.
También está científicamente comprobado que los pacientes operados del corazón tienen menos estrés luego de recibir un masaje para pies. Llegan a la cirugía mejor predispuestos y suelen recuperarse más rápidamente.
Los beneficios de un masaje para pies son más evidentes cuando son realizados por alguien que atendió un curso de quiromasaje.
Ahora es posible también recibir un mimo en nuestros pies adquiriendo aparatos especiales de uso doméstico que generalmente funcionan a base de agua y plataformas vibratorias que, a través de un hidromasaje, nos relajan los músculos de los pies. Vienen en diferentes tamaños, con diferentes accesorios y son la opción ideal para mimarnos con frecuencia, ya que muchas veces recurrir a un spa no podemos hacerlo cada vez que quisiéramos.