Cuando La obsesión se convierte en agresión Acusan a Fiscal anti corrupción de maltratar a su menor hija

Un Juez le habría denegado la tenencia y Tras recibir régimen de visitas, esta magistrada secuestro a su menor hija, han pasado más de 80 días y hasta la fecha no se da con la ubicación de la menor.

El Caso

La fiscal adjunta titular de la segunda fiscalía anticorrupción de lima, Giovanna Fabiola Gómez Díaz, viene siendo procesada ante el quinto juzgado de familia del callao por agredir físicamente a su menor hija de 07 años. Como parte de este proceso, la menor tiene medidas de protección para que la fiscal, se abstenga de agredirla físicamente y a nivel psicológico. En este sentido, se le prohíbe a la fiscal, que ejecute cualquier tipo de acción o conducta que pueda causarle daño a la menor. esto, concuerda con la decisión del 14° juzgado de familia de lima, que ha resuelto negarle la tenencia provisional de su hija, así como le ha establecido un régimen provisional de visitas restrictivo, con visitas en el hogar del padre durante la semana y derecho a externamiento sólo 4 horas los días sábado. La denegatoria de la tenencia provisional, ha sido confirmada por la segunda sala de familia de Lima.

Sobre la menor

Esta se encuentra  bajo la protección de su padre, y ha tenido que acudir a más de una entrevista con psicólogos, fiscales y jueces, a instancias de su madre que es fiscal, y que no duda en utilizar su cargo para amedrentar y conseguir favores en el poder judicial, entre policías, fiscales, jueces, y personal administrativo de estas dependencias.

En efecto, cada vez que es citada por la autoridad, no duda en identificarse como fiscal anticorrupción, buscando un efecto intimidante y permisivo, que en muchos casos logra.

Estas circunstancias, con las pruebas correspondientes, han sido puestas en conocimiento del consejo nacional de la magistratura, de la fiscalía de la nación y de la fiscalía suprema de control interno, muchas de estas denuncias tienen más de año y medio, y sin embargo, sospechosamente, no avanzan o son archivadas.

Los antecedentes

Lo más grave, es que  la fiscal, pese a estar sentenciada por golpear a su abuela por el juzgado de familia del callao desde el año 2007, por agredir a su padre; sentenciada por agresión física ante el 3° juzgado transitorio de familia de lima, pese a estar sentenciada por faltas contra la persona ante el juzgado de paz letrado de Miraflores – Barranco, a tener medidas de protección en su contra por agredir a su menor hija, sigue ejerciendo el cargo de fiscal con suma tranquilidad e impunidad, y gozando de la incomprensible protección de su institución.

Según las pruebas recopiladas por nuestra unidad de investigación, la fiscal tendría mucho que responder a las autoridades, ya que se ha detectado que durante el proceso de tenencia, esta habría amenazado a los jueces de la corte del callao y a quienes hoy tienen procesos que se siguen en su contra. La pregunta sería, por qué la fiscalía de la nación protege a una persona que tiene como regla de vida faltar a la verdad y abusar de los más débiles?

La respuesta la tiene el fiscal de nación, más aun si el principio fundamental de un fiscal es proteger la legalidad y la vida humana, esta fiscal que no respeta ni a su abuela de más de 80 años, ni a su progenitor; que no cumple con lo ordenado por los jueces, ni siquiera en lo que respecta a su propia persona; y ahora, continúa con esta conducta violenta y descontrolada con su hija, a la misma que pese a estar prohibida, sustrajo con engaños de su colegio (i.e.p. santa rosa de san isidro) el mismo día que la menor había declarado una vez más, en el juzgado de familia, que la fiscal – su madre- le pegaba. Como lo ha venido demostrando  y en su descontrol, y una vez más demostrando que no tiene inconveniente en maltratar psicológicamente a la menor, tomó la decisión de sustraerla con engaños del colegio a medid de represalia y ya van 80 días que la mantiene oculta, y haciéndola perder el año escolar, dado que la menor no está concurriendo a clases. Es decir, en estos momentos, la niña se encuentra en manos de su agresora, quien hace caso omiso de los requerimientos de las autoridades y que piensa que puede actuar con total impunidad y como quiere, bajo la protección de su cargo de fiscal.