Se conocieron rodando la película SIGO SIENDO. Las dos eran conocidas dentro de su ámbito musical. Entre los criollos, la una y entre los andinos, la otra. Ese primer encuentro hubiera quedado en lo circunstancial, pero cuando se proyectó la película terminada, descubrieron que esencialmente estaban más cerca de lo que la tradición parecía decir y hoy, juntas, están uniendo los dos géneros musicales constitutivos del Perú: el huayno y el vals.
Una es cobriza, de rasgos enérgicos, herencia de la roca y de los ríos de altura, de la imponente presencia de los andes que cantan megalíticos en su voz, a veces torrencial, a veces manantial. Le dicen Sila y su apellido es Illanes, de Puquio, Ayacucho.
La otra es negra y deslumbra siempre. Su canto y su palabra le viene de su ancestro madurado en la vena criolla de serenatas y jaranas de la Lima tradicional; poesía en canto que conmueve a cada fraseo, a cada nota con que recrea los grandes clásicos del vals. Su presencia reclama llamarle Rosita y de verdad es una Rosa, de apellido Guzmán.
Las dos, juntas, son ENCANTADORAS | Entre Huaynos y Valses, el auténtico rostro musical del Perú. Las disfrutaremos este 19 de diciembre en el ICPNA del centro de Lima.