Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
Fachada del Colegio Nuestra Señora de Guadalupe en Lima, Perú
Señora Directora del Primer Colegio Nacional "Nuestra Señora de Guadalupe", Magda Quiñones Velásquez,
De mi consideración,
Reciba usted de mi parte mi más sincero saludo. Le escribo esta nota desde un lugar muy lejano de mi querida patria, y de mi añorado colegio. Hace unos años la visité y fue usted muy generosa con sus palabras y me invitó a apoyar a nuestra querida ALMA MATER. Yo pensé, ¡qué feliz debe de ser esta señora que ha llegado a regir los destinos de mi amado Colegio.
Señora Quiñones, permítame presentarme: Soy el Reverendo Ezequiel Romero Sánchez-Concha, pastor de varias congregaciones presbiterianas en los Estados Unidos. Antes de establecerme en este país, ejercí la docencia en la Amazonía Peruana, sirviendo a miles de niños de las comunidades de hablas no-castellanas, preparando a maestros bilingüe de la Selva Peruana. En todo momento poniendo en práctica las sabias enseñanzas de mis maestros guadalupanos, siempre manteniendo en alto el nombre de mi Colegio Guadalupe. Al graduarme como Profesor de Segunda Enseñanza en la Especialidad de Castellano y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, ejercí el profesorado en varios colegios de Lima.
Ingresé a San Marcos el año 1957 pues soy de la Promoción Guadalupana de 1956. Tuve una intensa vida en mis años de secundaria pues además de lo requerido participé como violoncelista en la Orquesta Sinfónica Guadalupana bajo la batuta del maestro Eugenio Tarazona, como trombonista en la Banda de Músicos bajo la dirección del maestro Eusebio Orellana, y canté en el Orfeón Guadalupano bajo la batuta del gran violista de la Orquesta Sinfónica Nacional, Jorge Aguirre.
Durante el último año de mi estancia en mi querido Colegio, fui el Jefe de Redacción de la Revista "El Guadalupano" del que había sido director en 1952 el honorable y egregio alumno, profesor, director, filósofo, historiador, literato, periodista, educador, mi incomparable amigo GERMAN LIZARZABURO a quien comencé a admirar desde el primer momento que lo vi y escuché, como lo han hecho todos los docentes guadalupanos.
Últimamente, por los avances tecnológicos en la comunicación, me he dado cuenta no soy el único admirador de esta preclara figura guadalupana, más bien su prestigio de educador y guía de la juventud ha crecido trayendo mucha luz a sus mentes. Como pastor evangélico confieso que todo lo bueno viene de Dios, del Dios de la Biblia, y que los bienes que recibimos deben servir para agradecerle y darle toda la gloria. Yo, pues, señora directora, doy gracias a Dios y le doy la gloria por la vida de GERMAN LIZARZABURO, por su bonhomía, sabiduría y humildad a través de los años.
Este caballero de encandilada prosa y conducta proba, sigue siendo el líder de los guadalupanos quienes imbuidos por un genuino amor a su ALMA MATER, desean que la gloria del Colegio no se marchite totalmente y que sus añejas paredes vuelvan a albergar a los jóvenes bajo laureola de tantos ilustres e insignes guadalupanos que han dado honra y altísimo prestigio a nuestro Colegio.
Yo, en la lejanía, esperaba que las presentes autoridades de nuestro Colegio, especialmente su directora, apoyar tan plausible esfuerzos para la recuperación del Colegio. Estoy seguro que, si vivieran, mis directores los Tenientes Coroneles Carlos González Iglesias y Miguel Arévalo Rivero, mis maestros Carlos Clavo Rivera y Pedro Coronado Arrascue, y el maestro Francisco Cadenillas Gálvez, sabios directores de nuestro Colegio, se apresurarían a apoyar las ideas y acciones de los líderes guadalupanos actuales; me imagino al poeta José Gálvez Barrenechea y al historiador y Ministro de Educación Jorge Basadre Grohman emitiendo sendos comunicados de apoyo a los que hoy no se arredran en la búsqueda de más glorias para nuestro Colegio Guadalupe.
Señora directora, usted sabe que uno de los organizadores y líder máximo de la concentración del último sábado es el Maestro Germán Lizarzaburo. El Comité Ejecutivo que usted preside ha publicado el Comunicado N 002-PCNR-NSG-2009, con el sello de su dirección, dirigido a los padres de familia, alumnos, ex alumnos (yo soy uno de ellos), y público en general. Según este documento, el ex director del Colegio Guadalupe, el Maestro Germán Lizarzaburo es un individuo inescrupuloso (es decir, un sinvergüenza), un hipócrita, un mentiroso, es un sujeto que disfraza sus actos con malignas intenciones para desprestigiar al Colegio Nacional "Nuestra Señora de Guadalupe", el Alma Mater de los guadalupanos.
Sabemos que nuestro Colegio no es el Alma Mater sólo de sus ilustres hijos sino de todos los que hemos pasado bajo su techo. Señora, el esfuerzo de estos valientes guadalupanos no se inicia con la noticia que el Estado quiere invertir millones pues se preocuparon del estadio guadalupano y los alquileres para fiestas populares, también hablaron de cuán deprimente luce el edificio, casi en escombros, etc.
Usted, en su último párrafo, especifica claramente que los organizadores amenazan engañar pues su meta es acceder e interferir ilegalmente en el presupuesto (en el dinero que dará el Gobierno; aquí los actores son GERMAN LIZARZABURO y su cohorte de malhechores y rufianes. Es interesante anotar que su dirección planea usar ese dinero en el "mejoramiento de la infraestructura" del Colegio Guadalupe. ¿Por qué es interesante? Entiendo que LIZARZABURO y sus compinches quieren que Guadalupe sea otra vez un centro de cultura (científica, artística y cívica, y que no se malgaste ese dinero en remiendos, una pintada aquí, un barnizado allá, carpetas nuevas o trompetas nuevas.
Estoy decepcionado que haya ofendido a un personaje de la talla moral e intelectual del Maestro GERMAN LIZARZABURO quien le ha tenido que decir, "Usted, señora directora, ha cometido una grave falta de ponderación con sus afirmaciones antojadizas, dando una pésima lección a nuestros hermanos menores que usted tiene el honor de dirigir." El Maestro LIZARZABURO tenía otro concepto de usted.
Señora Quiñones, usted tiene que hacer algo. No soy quién le va a dictar qué es lo que debe hacer pues como directora de Guadalupe debe de tener una fuerte dosis de inteligencia. Este es el momento de restañar heridas, de reconciliación entre usted y la guadalupanidad fuertemente dañada. Yo aquí quedo rogándole al TODOPODEROSO que muestre su misericordia a una institución que ha hecho tanto bien a tantas generaciones.
Con el debido respeto,
Ezequiel Neptalí Romero Sánchez-Concha
G 1952 – 1956
Carolina del Norte, USA
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