EDUCACION: SIUTIQUERIA Y 1912 Si hay un ámbito académico que ampara siuticos son las Facultades de Educación. Allí -sin contrapeso- ejercen influjo. Se albergan de modo en las cátedras de pedagogía. Se escuchan en esas aulas aludir a teóricos europeos y norteamericanos. Si hasta los 60 el fetiche es John Dewey ahora los chamanes son David Ausubel, David Gagné, Jerome Bruner, Jean Piaget o Lev Vigotski. Los alumnos -en el marco teórico de sus tesis- de modo obligado los citan. Eso de "citar" es frecuente en nuestro medio académico y se expresa porque ninguno de los docentes ni menos los discípulos han leído analíticamente las obras de tales "eminencias". En el mismo contexto de delirante eurocentrismo desfilan supuestos expertos foráneos que traen las terapias que permitirán superar las patologías de nuestra estructura escolar. En ese contexto de siutiquería europeizante se aludirá -obvio, si haberlos leído en su fuente- a Platón, Rousseau, Pestalozzi o Montessori. No importa que sean "más antiguos que el hilo negro", pero se salvan porque son europeos. En cambio, proponer el estudio de la polémica criolla de 1912 entre Enrque Molina, Luis Galdames y Francisco A. Encina en torno al tipo de educación que necesita el país es extravagancia añeja. No sólo porque es un torneo antiguo y, por ende, "desfasado", sino también porque exhibe el "pecado" de su condición chilena y lo nacional para el snobista es inferior, ordinario y plebeyo. Por eso las tesis de esos paisanos son ignorados en los Pedagógicos y la preparción de quienes ejercen la docencia está castrada de chilenidad.Prof. Pedro Godoy P.Centro de Estudios Chilenos CEDECHcedechdirector@gmail.comwww.premionacionaldeeducacion.blogspot.comwww.premionacionaldeeducacion.blogspot.com Fono (2) 556 8322 - rut 4.026.889-8