Estados Unidos continúa en una época de cambios sociales históricos. Si antes fue la elección de un presidente negro –Barack Obama–, o de una hispana para juez en la Corte Suprema –Sonia Sotomayor–, ahora, por primera vez, se ha elegido a una árabe como máxima representante de la belleza estadounidense.
Rima Fakih, de 24 años, fue coronada recientemente Miss USA 2010 en una ceremonia celebrada en el Planet Hollywood Resort & Casino de la ciudad de Las Vegas.
Claro, hay quienes podrían decir –y están en su derecho– de que lo de Obama y Sotomayor fueron hechos de mayor importancia, pero en Estados Unidos, donde se asocia la palabra árabe con terrorismo, tras los ataques del 11-S, la victoria de Fakih es un paso adelante para el fin de esos prejuicios.
Hasta ahora, la mayoría de estadounidenses ha visto con agrado la elección de Rima, una morena espectacular de 1.73 cm de estatura, ojos almendrados y unas curvas que evocan lo más sensual y pecaminoso de las legendarias odaliscas del Medio Oriente.
Sin embargo, desde el primer momento en que le colocaron la corona de diamantes artificiales en su cabeza y ella, emocionada, apenas podía decir gracias, grupos conservadores arremetieron contra la joven que representó al Estado de Michigan, y que se impuso a otras 49 concursantes.
Y vaya que se ha dicho de todo. Desde que no es una estadounidense de pura cepa –¿acaso no es Estados Unidos un país construido por emigrantes?–, que la empresa familiar Farouk Systems –que fue uno de los tantos patrocinadores del concurso– le “compró” la victoria, hasta que ella es producto de decenas de cirugías.
Pero, lo más grave han sido las acusaciones y descalificaciones por su origen árabe libanés y sus posibles nexos con el grupo terrorista Hezbollah. La abogada y comentarista Debbie Schlussel llegó incluso a decir que Rima era una defensora de las actividades de esa banda libanesa y que está a favor de subyugar a la mujer.
“Fuentes de Inteligencia señalan que, al menos, tres parientes de Rima Fakih son dirigentes de Hezbollah y que, al menos, ocho de sus familiares fueron asesinados por Israel en operativos antiterroristas”, declaró Schlussel, consignada por la agencia EFE.
Esas fuentes de Inteligencias parecerían provenir de la CIA, pero hasta el cierre de este informe no ha habido una declaración oficial de ninguna autoridad. Todo queda en el nebuloso campo de las conjeturas y las especulaciones.
Desde el Líbano, la hermana de Rima, Rana Fakih, negó tajantemente que Hezbollah haya financiado la carrera de la nueva Miss USA. En una conversación con la agencia EFE señaló que Rima es una mujer “muy trabajadora, alegre y entusiasta”.
A pesar de la vasta información sobre la victoria de la Miss USA, poco o casi nada se sabe de sus antecedentes familiares y menos aún de la religión que profesa.
Lo que han recogido algunos medios es que la familia Fakih es oriunda del pueblo de Srifa, situada a 85 km al sur de Beirut, en la región de Tiro, un lugar muy golpeado por las invasiones del Ejército israelí –Tzahal– que realizaron operativos antiterroristas a finales de la década de los setenta y en el 2006.
Como miles de familias, por lo menos las más pudientes, los Fakih abandonaron el Líbano huyendo de la guerra civil cuando Rima era una bebé y se instalaron en Nueva York. En el 2003, por razones de negocios, se mudaron a Michigan donde son muy respetados y queridos por la importante comunidad árabe de la zona.
RELIGIÓN Y POLÍTICA
Al ser preguntada por la prensa por la religión que profesa, Rima ha sido muy cauta y en un tono diplomático ha señalado que su familia navega por las aguas del cristianismo y el islamismo.
Sin embargo, no es tan simple decir ser cristiano y musulmán en un país como el Líbano, famoso por ser la tierra de los cedros y el heredero de la cultura fenicia. La religión es tan complicada como la política y la causa de violentas guerras intestinas que han provocado miles de muertos y un baño de sangre que todavía conmueve al Medio Oriente.
Por ejemplo, los cristianos libaneses no pueden considerarse un monolito sino un colectivo de grupos distintos con diversas señales de identidad. Se dividen básicamente en tres grupos: los maronitas y melquitas, ambos católicos apostólicos, y los ortodoxos.
Los maronitas rechazan directamente su inclusión en el mundo árabe, los ortodoxos aceptan su estatus como parte de ese mundo; y los melquitas vacilan entre ambas actitudes. De todos modos, los cristianos libaneses ven amenazada su supervivencia como minoría religiosa atrapada en una marea islámica.
En 1943 se firmó un Pacto Nacional, diseñado para mantener la paz entre las distintas facciones religiosas del país, y se llegó al acuerdo de que el presidente del país debía ser siempre un maronita, para evitar que la minoría cristiana se vea abrumada políticamente o de otro modo por la mayoría musulmana.
Pero a mediados de los setenta, los musulmanes y los izquierdistas libaneses cuestionaron tal arreglo y los cristianos maronitas, al ver peligrar sus privilegios, desataron una guerra civil. Una guerra de la que huyó la familia Fakih.
La nueva Miss USA ha dicho que se educó en un colegio católico, por lo que podría pensarse que es cristiana maronita, pero su defensa de su herencia árabe la ubica más con los melquitas.
FUNDAMENTALISTAS
Ahora, sobre los musulmanes libaneses podemos encontrar a los suniítas –que son minoría en el Líbano, pero mayoría en el mundo islámico– y los chiítas –mayoría en el Líbano, pero minoría en islamismo mundial–.
Los chiítas, están representados, en general, por el grupo Hezbollah, que recibe la ayuda económica y militar de Siria e Irán. Abogan por la instalación de un gran califato en las tierras santas musulmanas y, por lo tanto, rechazan la existencia de Israel.
Lideraron la resistencia contra la invasión israelí en los ochenta y finales de los noventa, y son conocidos por sus ataques suicidas y el lanzamiento de misiles que vuelven un infierno la vida de millones de judíos en el norte de Israel.
Hezbollah ha ganado representación política en el Líbano, y aunque es considerado un grupo terrorista por Estados Unidos, Israel y la Unión Europea, es apoyado por millones de libaneses –entre ellos muchos cristianos– que lo ven como un garante de su liberación frente a Occidente.
Quizá algunos de los familiares de Rima Fakih sean simpatizantes de Hezbollah, pero ello es común en el Líbano, donde es un actor principal en la vida política del país. Lo que sí se podría dudar, es algún tipo de apoyo del grupo a la candidatura de la joven Miss USA.
Conocidos por su visión integrista y radical del Islam, Hezbollah ve como una ofensa a Alá la exhibición descarada de la mujer, a la que prefieren ver ataviada con el velo islámico de los pies a la cabeza.
Para estos fanáticos, el hecho de que Rima se exhiba en ropa de baño en un concurso de belleza la convierte en poco menos que una prostituta a la que se debe lapidar por faltar a la palabra del Profeta.
Una situación completamente diferente en Estados Unidos, donde la belleza de esta mujer de 24 años enorgullece y hace soñar con la posibilidad de alcanzar el cetro de Miss Universo, pese a los cuestionamientos por su origen o religión.
OTRO DATO
La nueva Mis USA es diplomada en Economía, le encanta el kickboxing y el fútbol, y tiene previsto licenciarse en Derecho al final de su reinado, y si es que no gana el Miss universo. Rima Fakih viaja, por lo menos, una vez al año al Líbano para visitar a sus parientes y mantener contacto con la cultura de sus antepasados.