“Propongo al Congreso iniciar el debate para la creación del Ministerio de Cultura que reivindique el pasado del Perú -que es la madre patria de Sudamérica, pues de aquí nacieron los otros países-, y que promueva la literatura, el teatro, la pintura, el cine, la música y otras expresiones. Ese ministerio, que no requiere mucho gasto, existe en casi todo Europa y Latinoamérica, pero no aquí, donde tenemos tantas razones para crearlo. Y pido ayuda a los artistas e intelectuales para hacerlo realidad”, fueron las palabras que pronunció el presidente Alan García en su discurso por 28 de julio, propósito que está suscitando más de una opinión.
A decir verdad, esta propuesta nace tiempo atrás, cuando Alan García, candidato aún a la Presidencia de la República, inició una serie de reuniones con un grupo de entendidos en el tema. Eran los tiempos de convocatoria. En ese escenario, fue la actriz -y en ese entonces también congresista- Elvira de la Puente la escogida para encargarse de la elaboración del proyecto de ley que diera vida a este ministerio que genera hoy gran controversia en el seno de la opinión pública.
Para este 28 de julio, la suerte ya estaba echada. Poco más de dos años antes, tras escuchar los aportes del Instituto Nacional de Cultura (INC), la Biblioteca Nacional, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concytec), el Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú, el Consejo Nacional de Cinematografía (Conacine), entre otras instituciones, Elvira de la Puente finalmente cumplió con entregar al Presidente de la República el proyecto de ley. Esto sucedió, se sabe ahora, el 26 de julio del 2006. Es decir tan solo dos días antes de culminar su labor como parlamentaria.
Dos años después de aquel momento, la ex congresista recuerda los apremios que la llevaron a cumplir con ese encargo. Su corazón debió acelerarse este 28 de julio, cuando en el Hemiciclo del Congreso escuchó la propuesta presidencial. “Fue una noticia tremenda, la comparto con todas las personas involucradas en el quehacer cultural de nuestro país… ver que en el mensaje a la nación se consideró el tema de la cultura y de la creación de un ministerio para este sector. Creemos que es el camino correcto para darle a la cultura el nivel que le corresponde al país, tal como viene ocurriendo en algunos países hermanos”, dijo a Gener@cción una feliz Elvira de la Puente.
“Nuestro país tiene razones suficientes para crear un Ministerio de Cultura; un hermoso y valiosísimo patrimonio, diversidad cultural, plurilinguismo y multiculturalidad, a los que debemos respeto”, sostiene. “Hasta ahora hemos venido escuchando sobre leyes… Ley del Libro, Ley del Artista; pero se necesita una voz en el Consejo de Ministros que hable y defienda específicamente todo lo que concierne a la materia cultural. Tenemos que seguir trabajando y tener mucha esperanza en lo que puede ser el futuro del país, pues en el desarrollo de nuestro pueblo es esencial la formación tanto en educación, como en cultura y valores”, añadió.
EN DESACUERDO
“Hay un presupuesto fuerte que se está invirtiendo en ese sector y si escuchamos a la ministra Mercedes Aráoz, titular de la cartera del Ministerio de Comercio Exterior, vemos que ella no cree que sea necesario dar ese paso por cuanto se está manejando este rubro de manera muy eficiente. Además la gente viene al Perú a conocer nuestro patrimonio monumental, arqueológico e histórico, al igual que nuestra cultura viva como el folclor”, argumenta con entereza Cáceres Sayán. A toda evidencia, esta posición no es compartida por Elvira de la Puente.
PALABRA DE AUTOR
Esta realidad no es ajena a los protagonistas de la cultura viva. Este es el caso de Mario Vargas Llosa, quien se pronunció al respecto durante la inauguración del teatro auditorio que lleva su nombre, en la Biblioteca Nacional del Perú. “El Ministerio de Cultura hay que entenderlo sobre todo como un centro que anime, que promueva lo que existe en la sociedad civil y de ninguna manera como un centro dirigista, que imponga criterios culturales, porque es importante que en la cultura haya una gran libertad, una gran diversidad y que todos los puntos de vista, la iniciativas, sean respetadas y puedan coexistir entre ellos”, opinó.
“En el Ministerio de Cultura lo que se necesitan son buenos administradores culturales, gente que tenga un manejo sensato e inteligente de los recursos públicos, y sepan orientarnos hacia aquellas actividades o sectores que tienen un efecto multiplicador”, agregó enfáticamente. Por lo demás, el escritor coincide con Elvira de la Puente sobre el perfil de la persona que maneje este portafolio. Esta debe ser una personalidad respetada ampliamente en el país a fin de que pueda trabajar con el apoyo de todos los sectores académicos e intelectuales. Además debe contar con una formación académica que sirva de garantía a su gestión.
Las cartas están sobre la mesa, unas a favor y otras en contra. El tiempo dirá si la iniciativa presidencial solo quedará en eso, en una lejana realidad, o si se convertirá en algo tangible. Veremos…
