Banner Tuvivienda
Sábado 20 de abril 2024   |   Contáctenos
REVISTA

La sentencia a Videla

Ocaso de un dictador
El dictador argentino Jorge Videla fue condenado hace unos días por un tribunal de su país a cadena perpetua por el asesinato de 31 presos en una prisión de Buenos Aires durante su mandato.
(0)
La sentencia a Videla

No fueron los únicos muertos de Videla. Se calcula que el ex dictador argentino, ahora de 85 años, ordenó la desaparición y muerte de unas treinta mil personas durante los cinco años que estuvo al frente de la Junta Militar, de 1976 a 1981.

En su alegato final, un día antes de la sentencia, Videla defendió la “guerra justa” que debió librar contra el “terrorismo y las guerrillas” que querían instaurar un gobierno “marxista leninista” en el país.   

Videla no mencionó que una gran cantidad de desaparecidos, torturados y asesinados durante esos años jamás empuñó las armas; es decir, no eran terroristas ni guerrilleros. El único delito que cometieron fue intentar oponerse a un régimen militar que, además de asesinar argentinos, empobrecía moral y económicamente a los que dejaba vivos.   

En Argentina, los Montoneros no alcanzaron el grado de brutalidad de, por ejemplo, Sendero Luminoso o el MRTA. Se trataba de una agrupación terrorista de ideología marxista leninista que inició su “lucha armada” hacia 1970, con el objetivo de establecer el comunismo en ese país.

Durante la dictadura, sus integrantes explotaron coches bomba, atacaron dependencias policiales y militares y realizaron asesinatos selectivos contra los uniformados. Incluso llegaron a atentar contra el propio Videla.

Era previsible que la dictadura los combatiese. Y era previsible que una dictadura como la de Videla los combatiese con las armas que mejor sabía usar: torturándolos, desapareciéndolos, arrojándolos desde aviones hacia el mar, asesinándolos.  

Sin embargo, Videla y los generales de la Junta Militar también torturaron, desaparecieron y asesinaron a mujeres y hombres inocentes cuyo único delito fue, en algunos casos, salir a las calles para reclamar contra el abuso y la ineficiencia de una dictadura que jamás supo gobernar. 

Ahora, Videla deberá ingresar en una cárcel común a la espera de un nuevo juicio, esta vez por el asesinato de un estudiante en 1976, otra de las múltiples causas en su contra.

Quizás en las solitarias noches en su celda, despierto o dormido, sea su conciencia la que lo torture, devolviéndole el eco de los gritos de las miles de personas inocentes que él ordenó torturar y asesinar.

Participa:
COMENTARIOS
0 comentarios      
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan