Banner Tuvivienda
Miércoles 24 de abril 2024   |   Contáctenos
REVISTA

El matrimonio gay en la campaña electoral

De locas, maricones y curas
A poco más de dos meses de las elecciones, la campaña se calienta en pleno verano con un tema que, de acuerdo a las reacciones, no solo concierne a los candidatos, por los millones de votos que podrían atraer, sino también a los curas, para quienes al parecer resulta un asunto particularmente espinoso: la instauración del matrimonio gay en el Perú.
(1)
El matrimonio gay en la campaña electoral

La polémica se inició cuando el candidato a la primera vicepresidencia de Alejandro Toledo, Carlos Bruce, declaró que, efectivamente, en el plan de gobierno de Perú Posible figuraba la instauración de la unión civil libre entre personas del mismo sexo.

“El Estado reconoce su unión, les da protección a través de la seguridad social y les reconoce el derecho a heredar como heredan los que están casados”, manifestó. “La unión civil no permite la adopción de hijos por parte de estas parejas, pero sí los derechos de seguridad social y herencia, derechos que tendrían por vivir juntos”.

“Es un derecho humano elemental que personas del mismo sexo que quieren vivir juntos porque se quieren, puedan hacerlo. Quién es el Estado para impedírselos”, agregó.

Luego dejó en claro que, aunque estaba de acuerdo con la unión civil libre entre personas del mismo sexo, todavía era demasiado pronto para promover el matrimonio homosexual en el país, ya que hacía falta que la sociedad evolucionase para llegar a tal propuesta.

Días después, refiriéndose a otro asunto, Bruce afirmó que Castañeda había comenzado a atacar continuamente a Alejandro Toledo debido al nerviosismo que sentía el ex alcalde por su descenso en las encuestas y la subida del líder de Perú Posible.  

Cuando los periodistas le preguntaron a Castañeda por las declaraciones del congresista, el ex alcalde de Lima contestó: “Esa es una loca… es una loca afirmación que se hace. Yo paso por alto esas cosas. Son afirmaciones totalmente locas”.

Después afirmó que no había llamado “loca” a Bruce, sino que había calificado de esa manera a las afirmaciones que había hecho el candidato a vicepresidente.   

“Lo que yo digo es que es una actitud loca, que es totalmente distinto”, alegó. “Es una apreciación loca. A lo que me refiero es a la apreciación. Le han querido dar un desvío a mis declaraciones, un sesgo que no tienen”.

Pero resultaba evidente que, por lo menos, había jugado con el doble sentido debido a la supuesta homosexualidad de Bruce, aunque otras personas consideraban que había sido un evidente insulto homofóbico.  

Esto pensó el Movimiento Homosexual de Lima, que emitió un comunicado en el que “lamenta y rechaza categóricamente las declaraciones con tinte homofóbico del candidato a la Presidencia de la República, Luis Castañeda Lossio, en contra del candidato a la primera vicepresidencia, Carlos Bruce, a quien le expresamos todo nuestro apoyo y respaldo”.

En el mismo pronunciamiento, el MHOL agrega: “Este incidente no hace más que evidenciar la postura confesional y antiderechos de Castañeda y de su partido Solidaridad Nacional. Recordemos que otra de sus principales figuras, Fabiola Morales (que hace unos días solicitó a Bruce a salir del clóset vía twitter), siempre ha hecho todo lo posible por bloquear cualquier iniciativa que permita algún nivel de reconocimiento de derechos para la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales)”.

Probablemente Castañeda no sea en realidad homofóbico y es posible que ni siquiera tenga conciencia de lo que implica ser homofóbico. Quizás desdeña tanto a los homosexuales que los ignora de plano y ni siquiera podría llamarse homofóbico.

Lo cierto es que, de acuerdo al comunicado del MHOL, podría haberse echado en su contra a una masa que podría llegar, según cálculos conversadores, a los tres millones de ciudadanos adultos en edad de votar, entre homosexuales, bisexuales, transexuales, travestis y demás.

Días después, el dirigente de Perú Posible, Juan Sheput, salió en defensa del ex ministro de Vivienda de Toledo manifestando que “al injuriar a Bruce, Castañeda demuestra no tener categoría para ser jefe de Estado y menos estar a la altura de lo que la nación reclama”.

El mismo Alejandro Toledo sacó la cara por su candidato, aunque de manera más bien tibia, como un whisky sin hielo. “Yo no le voy a contestar (a Castañeda), porque quiero una campaña de propuestas”, declaró. “Por cada insulto, yo voy a presentar una propuesta. Los insultos personales no nos hacen daño a nosotros, sino al que los pronuncia”.

El propio Bruce le respondió al ex alcalde de Lima en su Facebook. “Lamento que una persona que pretende ser presidente caiga a este nivel. Solo le diré, señor Castañeda, que voy a seguir trabajando por los derechos civiles de las minorías a pesar de la etiquetas que usted y los suyos pretendan ponerme. ¡Ah! Por si acaso, la homofobia es una enfermedad, pero con ayuda profesional puede superar este mal”, escribió.

Sin duda pensando en los millones de votos de los homosexuales del Perú, pero manteniendo la prudencia para no escandalizar a los otros millones de votantes que no lo son, el resto de candidatos se pronunció a favor de la unión civil entre personas del mismo sexo para que esta minoría tuviera los mismos derechos que el resto de ciudadanos.  

El único postulante que se manifestó abiertamente a favor del matrimonio homosexual sin emplear eufemismos fue Manuel Rodríguez Cuadros, de Fuerza Social, quien dijo que, para instaurar el “matrimonio igualitario”, llegaría a cambiar la Constitución de resultar elegido.

La Iglesia Católica también intervino en la discusión. El cardenal Juan Luis Cipriani dijo en la homilía de la Santa Misa por el aniversario de Lima: “El matrimonio es de uno y una para toda la vida. Aunque haya gente que proponga diversas cosas, no son católicas, no están en el orden natural; por lo tanto debemos seguir promoviendo y respetando esa institución del matrimonio. No se lo debe rebajar ofreciéndolo como ganga política para ver quién se suma”.

El monseñor Luis Bambarén fue más allá. “Los políticos solo buscan votos cuando proponen cosas inútiles como el matrimonio homosexual. La Biblia habla de matrimonio entre hombres y mujeres. Nadie puede enmendarle la plana a Dios. Además yo no sé por qué se habla de gays. Hablemos en criollo y en castellano. Son maricones. Así se dice, ¿verdad?”.

Días después, ante la avalancha de críticas de todos los sectores, Bambarén se vio obligado a ofrecer disculpas a la comunidad homosexual, aunque nadie sabe hasta qué punto son sinceras.

“Les pido disculpas. Quiero recalcar que no ha sido en plan de ofender, sino es que rechazo el termino gay. A las personas que se han sentido ofendidas les pido disculpas, pero de ninguna manera soy intolerante con ellos”, manifestó.

Más allá de la ilusión con que dos homosexuales quieran casarse vestidos ambos de blanco o de negro o de rosado, o de la legítima igualdad social que deseen alcanzar, la discusión de fondo debería centrarse alrededor de los derechos civiles que deberían tener los homosexuales para proteger su patrimonio o acceder a créditos bancarios o hipotecarios como pareja o para cobrar un seguro o una herencia.

Por otro lado, los representantes de la Iglesia Católica deberían tener mucho más cuidado antes de hablar de maricones, tomando en cuenta los miles de casos de curas violadores de niños alrededor del mundo.

Probablemente si la Iglesia permitiese a sus curas casarse, unirse, juntarse, convivir o por lo menos tener sexo de vez en cuando con una mujer o un hombre (adultos), no habrían caído en la grave tentación de manosear, practicar sexo oral, penetrar o dejarse penetrar por niños o grupos de niños que tenían a su cuidado y que en algunos casos no llegaban ni a los diez años.

Como nada es perfecto en esta vida, cuando, en muchos o pocos años, finalmente el matrimonio homosexual sea una realidad en el Perú y la fiesta se haya terminado, la comunidad gay tendrá otra cosa en qué pensar: el divorcio homosexual.

Participa:
COMENTARIOS
1 comentarios      
Al besuquearse en el atrio de la Catedral, estos homosexuales han cometido el delito de OFENSAS AL PUDOR PUBLICO
penado por el articulo 183 del Código Penal: "Exhibiciones y publicaciones obscenas.- Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos años el que, en lugar público, realiza exhibiciones, gestos, tocamientos u otra conducta de índole obscena.".
Deben ser denunciados penalmente. Y, es lo correcto como han procedido los policías.
Ahora porque algunos políticos homosexuales, han amparado a sus semejantes, pretenden sancionar a los policías.
16 de febrero 2011
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan