Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
Nueva York se convierte en el sexto estado de EE. UU. en permitir la unión civil entre personas del mismo sexo. El Senado del país aprobó la ley por 33 votos a favor y 29 votos en contra.
Aproximadamente dentro de 30 días, se podrán realizar los primeros matrimonios gays en La Gran Manzana, sin embargo, las instituciones religiosas y otros grupos vinculados a la religión no estarán obligados a realizar las uniones.
Como era de imaginarse, la reacción de la Conferencia Católica del Estado de Nueva York no se hizo esperar. A través de un comunicado, los obispos criticaron la acción del gobierno alegando que no tienen autoridad para cambiar una verdad establecida en la Biblia: la unión solo entre hombre y mujer.
Nueva York se une a Connecticut, Iowa, Massachusetts, New Hampshire, Vermont y el Distrito de Columbia, que permiten el matrimonio homosexual, mientras que Delaware, Hawaii, Illinois y New Jersey, aprueban las uniones civiles.
OBAMA A FAVOR
Esta noticia se condice con las opiniones vertidas por el presidente Barack Obama, quien en su primer acto en una gala de la comunidad gay, sostuvo que los homosexuales deben tener los mismos derechos que cualquier otra pareja en el país.
Al compás de las ovaciones de momento, el presidente comentó la historia de un joven de 17 años quien a través de una carta le confesó que era homosexual y le reveló el gran temor de decírselo a sus padres, considerando los prejuicios que hay en la actualidad.
El jefe de Estado aseguró que con el deseo de dar tranquilidad a este y otros jóvenes, se ha progresado mucho durante su gobierno. Por ejemplo, el año pasado se revocó la ley “No preguntes, no cuentes” que impedía a los soldados abiertamente homosexuales servir en las Fuerzas Armadas.
ARGENTINA PIONERO
La figura en Sudamérica es distinta. El arraigo de la Iglesia Católica ha hecho que muchos de los países retraigan los avances sobre el tema e inclusive pongan vetos para su debate a nivel de políticas de Estado.
Pero Argentina ha dado que hablar. En julio del año pasado, el Congreso aprobó la ley que habilita el matrimonio homosexual, misma que fue ratificada y celebrada por la presidenta Cristina Fernández.
En su momento, la jefa de Estado aseveró que la norma no le ha quitado nada a nadie y que solo se le han dado derechos a quienes aún no los tenían, convirtiendo a Argentina en un país más igualitario.
“Hoy somos una sociedad más igualitaria. Estas cuestiones tienen que ver con la condición humana, con la aspiración a la igualdad, son cosas que no nos pueden dividir sino unir”, sostuvo Fernández el día de la promulgación.
Obviamente, esta acción causó gran disturbio en la cúpula católica de otros países. Por ejemplo, el cardenal Juan Luis Cipriani en Lima no dudó en pedir a las autoridades peruanas que no caigan en el mismo camino de nuestros hermanos argentinos y que nos mantengamos fieles a los deseos de la Biblia.
Es difícil y aún lejano que en el Perú se legalice la unión entre homosexuales, pero no se puede negar que la tendencia a la igualdad es cada vez mayor y va extendiéndose desde Norteamérica.
Lo más saludable sería que se acepte la ley pero respetando las diferencias religiosas, sin obligaciones ni coacciones. Finalmente lo que todo ser humano desea es ser feliz y aceptado en esta vida y existen distintos caminos y decisiones para llegar a serlo.
