Ha sido uno de las disertaciones más difíciles y a la vez más extrañas que ha pronunciado. Con un rostro demacrado, más delgado, con la voz un tanto cambiada y leyendo un discurso –algo que nunca hecho en sus más de diez años en el poder–, el presidente venezolano Hugo Chávez confirmó que tiene cáncer.
En poco menos de 15 minutos de un mensaje pre grabado, Chávez señaló que su salud atraviesa por un momento difícil, que surgió tras una operación de absceso pélvico a la que fue sometido el pasado 10 de junio en la isla de Cuba, a donde llegó por “coincidencia” como parte de una gira oficial.
Si bien sus palabras detienen un poco los rumores sobre qué enfermedad padecía –algunos señalaron que era cáncer de próstata, de colon y hasta que necesitaba de un trasplante de riñón–, también dan cabida a especulaciones sobre el verdadero estado de su salud, es decir, en qué nivel de gravedad se encuentra el líder de la revolución bolivariana.
Vale aclarar que un cuadro cancerígeno tiene varias etapas y que de ello depende el tratamiento que recibe el paciente, desde quimioterapia hasta antibióticos focalizados. Estas incógnitas, por supuesto no han sido develadas por el presidente que solo mencionó que está siendo atendido por los médicos cubanos.
Por lo que se pudo escuchar, Chávez reconoció que la actual situación es su responsabilidad pues no se hizo exámenes médicos en su momento lo que provocó el aumento de las células cancerígenas.
El gobernante señaló que tras su operación del 10 de junio, los médicos descubrieron un tumor con presencia de células cancerígenas por lo que se hizo necesaria otra intervención.
Según el mandatario, el tumor fue removido pero no dijo si serán necesarias más operaciones o sesiones de quimioterapia o radioterapia, como pasó con el presidente paraguayo Fernando Lugo y su cáncer linfático meses atrás.
Varios analistas en Venezuela destacaron el tono solemne del discurso de Chávez lo que hace suponer que no fue escrito por él, más acostumbrado a un lenguaje popular y campechano. Muchos ven en sus palabras la mano de su guía ideológico, Fidel Castro, quien lo ha acompañado en los últimos días de convalecencia.
También destacaron que si Chávez no pudo dirigirse en vivo a su pueblo como ha sido su costumbre desde el inicio de su carrera política es que la cosa va peor de lo que uno se imagina.
Otra de las cosas que también ha llamado la atención en esta comparecencia pública fue lo que calló el presidente: su fecha de posible retorno o si delegaría el poder a su vicepresidente.
Por sus palabras, una cosa quedó clara: no estará presente este 5 de julio para las ceremonias de conmemoración del Bicentenario de la Independencia, la fecha más importante del calendario venezolano este 2011.
Según se sabe, la Constitución venezolana otorga una ausencia de hasta 90 días fuera del territorio nacional al mandatario siempre y cuando mantenga buena comunicación con las autoridades locales. Pocos minutos después del discurso, su Gabinete en pleno le manifestó su respaldo por lo que la vacancia del cargo por enfermedad no está ni considerada.
Sin embargo, una cosa es lo que dicen las leyes y simpatizantes del presidente y otra lo que dice el pueblo: una reciente encuesta reveló que el 59% de los venezolanos se opone a que su presidente gobierne desde Cuba, lo que ya causa una fractura política-social importante.
También habría que señalar que la ausencia del mandatario se da en momentos en que el país vive una revuelta penitenciaria y una grave crisis energética que pone contra las cuerdas al régimen.
Con este panorama en el país y las malas nuevas sobre su salud, algunos se preguntan si Chávez llegará en buenas condiciones a la campaña electoral del 2012 o si podrá cumplir su promesa de gobernar hasta el 2021.
De no ser así, ¿quién tomará el mando de la mentada revolución bolivariana? Lo más probable es que si cae él, también lo hará su proyecto político que se ha caracterizado, ante todo, por su protagonismo –y paternalismo– político.