Muerte en Hawaii

A pocos días de su lanzamiento, este controvertido video ya está dando que hablar, pero no por su melodía ni la letra, sino por las imágenes que contiene, las mismas que han sido consideradas como demasiado violentas por los críticos.

Todo empieza en una deliciosa playa donde el líder de la agrupación, Residente, aparece con una hermosa mujer corriendo en la arena y disfrutando del sol en un romántico ambiente. Este efecto mágico se rompe cuando repentinamente un delfín de peluche ataca a la pareja con un arma de fuego. Literalmente les dispara a quemarropa.

Según los medios internacionales, al momento de la grabación, Residente sostuvo que “lo que escuchas en la canción no tiene que ver con lo que estás viendo desde el punto de vista artístico. El video aparenta ser una postal romántica con la clásica pareja en la playa, pero en realidad puede ser hasta una pesadilla”.

Luego de las fuertes y sangrientas imágenes, en las que el protagonista llega hasta perder un brazo, sale una leyenda que intenta explicarlo todo: “1 año, 23 mil delfines muertos. Algún día se tenían que vengar”.

Para el cantante el tema fue compuesto con cinismo y algo de burla hacia los temas de la radio, evidenciando que la letra no tiene nada que ver con el video. Aunque no es la primera vez que Calle 13 da que hablar por la caracterización de sus videos, en esta oportunidad se empeñó en combinar lo sangriento con un mensaje que pretende pedir lo contrario.

Es cuando nos preguntamos cuál es el límite en el uso de imágenes que pueden resultar desagradables e impactantes con la finalidad de dar un buen mensaje, ¿es realmente efectivo? Según especialistas aquello que más nos impacta es lo que más recordamos. Sin duda, la imagen de sangre abundante y cortes en un cantante, se quedarán en la memoria, el problema es que puede quedarse como algo positivo o negativo.

Para el área de publicidad, lo importante es que la idea que desea comunicarse permanezca en la mente, muchas veces sin importar la forma. Lamentablemente esta actitud también está siendo asumida por famosos cantantes.

No olvidemos el video clip de la cantante Rihanna, Man Down, donde una mujer que es abusada por un hombre termina tomando la justicia con sus manos y asesinándolo. Una acción que para muchos pacifistas contradice el respeto que debe tenerse a la autoridad y envía un mensaje equivocado.

Por su parte, la agrupación Eminem sorprendió también con su video Space Bound, que es el cuarto tema de su disco Recovery. Luego de una historia oscura donde el cantante pasa por diversas situaciones de violencia, termina “suicidándose” en una secuencia en cámara lenta. Las imágenes son fuertes y alarmantes, no aptas para personas sensibles.

En este sentido los críticos no dejan de tener razón. Artistas y cantantes son un referente para miles de jóvenes. Y videos que promueven actos de violencia pueden ser malentendidos a pesar de que su finalidad pueda ser buena. ¿Usted qué opina?