Jueves 18 de abril 2024 | Contáctenos
Ha sido el atentado más grave contra civiles en la historia del país que ha conmocionado a todos, desde ciudadanos de a pie hasta las más altas autoridades.
Las bandas criminales ligadas al narcotráfico prendieron fuego el jueves a un conocido casino de la ciudad de Monterrey matando a 53 personas y dejando heridas a decenas.
Las cámaras de seguridad captaron el preciso instante en que, al menos, tres automóviles con tres delincuentes cada uno ingresaron al casino Royal y rociaron combustible a la puerta del lugar.
En pocos segundos los hombres salen del casino dejando una estela de muerte y destrucción.
La mayoría de las víctimas murieron asfixiadas y otras pisoteadas en su intento por salir del lugar.
El presidente Felipe Calderón decretó tres días de luto mientras prometió entregar una recompensa de 2.4 millones de dólares a quien entregue información que lleve a la captura de los responsables de esta masacre.
El país, sin dudas, está en la peor ola de violencia de los últimos años.
La guerra contra el narcotráfico que declaró Calderón en diciembre del 2006 ha dejado la escalofriante cifra de 42,000 personas muertas, entre civiles –muchos de ellos mujeres y niños-, hasta policías y delincuentes.
México, según la ONU, ya superó a Irak en nivel de violencia y es de lejos el país más peligroso de América Latina, que hace recordar a la Colombia de los ochenta.
Hasta hace cinco años, México tenía cuatro grandes cárteles de la droga, ahora se calcula que hay 12 que libran una batalla no solo contra el gobierno sino también entre ellas mismas.
Todas compiten así por el liderazgo de un negocio ilícito que deja ganancias por más de US$ 40,000 millones y por abrir una ruta hacia Estados Unidos, el mayor consumidor de drogas.
Tal es la inseguridad que vive México que algunos expertos aseguran que el 50% del país está fuera del control del Estado. Ni siquiera Afganistán, con un conflicto entre las fuerzas de la OTAN y los talibanes, está en esa situación.
Según Jorge Castillo Olea, del Centro de Investigaciones de Seguridad Nacional (Cisen) el gobierno mexicano ha dejado de lado el combate al lavado de dinero y al tráfico para no afectar a los grandes capitalistas mexicanos y extranjeros, principalmente de Estados Unidos.
“Hay que recordar que el narcotráfico es un fenómeno violento, los grupos criminales compiten por el liderazgo de una organización, por su negocio, por ajustar cuentas de manera violenta, lo que cambió México es que el narcotráfico se hizo mucho más grande, se dedicó a muchas actividades, creció en su capacidad de fuego y en el número de personas involucradas en él”, señaló al diario El Universal, por su parte, Alejandro Poiré, secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional.
Hasta el momento, las autoridades creen que lo del casino Royal tiene que ver con algún tipo de venganza entre los capos y se estima que el gobierno anuncie una nueva estrategia.
En un país en donde dos de cada cinco policías tienen nexos con las bandas criminales y en el que uno de cada cuatro jueces tiene problemas de corrupción, el panorama futuro se pinta desolador.
Una lástima por tratarse de un país otrora un paraíso turístico y que pasa por sus horas más negras.
